Tratamiento que mejora la compatibilidad de implantes médicos

El INTI acompaña a la industria para incorporar metodologías que facilitan el tratamiento de la superficie de implantes de uso médico.

Tratamiento que mejora la compatibilidad de implantes médicos

El titanio es el metal con el que se realizan la mayoría de los implantes médicos —desde prótesis de cadera hasta piezas dentales— porque no genera reacciones alérgicas en el organismo.

Las superficies de los implantes médicos juegan un papel decisivo en el organismo, porque son las que están en contacto directo con los tejidos vivos, al punto que pueden determinar su éxito o fracaso. Con el objetivo de potenciar el desarrollo de la tecnología que está a la vanguardia a nivel mundial en el tratamiento de prótesis de titanio, conocida como "anodizado", el INTI (Instituto Nacional de Tecnología Industrial) desarrolló una metodología para poner a punto este proceso en el país.

"A partir del requerimiento de un fabricante nacional de implantes médicos, que contaba con instalaciones en planta para realizar tratamientos superficiales a sus productos, comenzamos a trabajar en el desarrollo de una metodología para poner a punto el proceso de anodizado dentro de su planta fabril", explica Noelia Carrizo, especialista del Laboratorio de Tratamiento de Superficies del Grupo Biomateriales del INTI.

La técnica de anodizado es un proceso electroquímico que permite obtener capas superficiales de óxido de diferentes espesores. El espesor depende, entre varios factores, del voltaje aplicado, de la solución utilizada y del tiempo. Esta metodología permite obtener superficies de diferentes colores, dependiendo del espesor de la capa de óxido formada. El tratamiento proporciona una mejora en las propiedades de biocompatibilidad (aceptación por parte del organismo) y aumenta la resistencia a la corrosión del titanio. Además, permite que el material mejore la adhesión al hueso, requerimiento que resulta clave en el caso de implantes óseos. Por último, genera beneficios de índole estético y de codificación, dado que permite obtener una gran variedad de colores que facilitan la diferenciación de los materiales. 

"Como primer paso, evaluamos el estado de la superficie que se va a tratar para asegurar que no se presenten manchas, suciedades o imperfecciones que pueden afectar la tonalidad y el desempeño del producto. Si es necesario, fijamos un método de limpieza, luego definimos los parámetros de anodizado (como voltaje, solución y tiempo) y finalmente realizamos el proceso de sellado para cerrar los poros de las superficies. Con estos datos elaboramos informes para que cada empresa pueda ir poniendo a punto su proceso de acuerdo a sus necesidades", detalla Carrizo.

Esta acción es una contribución muy importante para el desarrollo del sector metalmecánico en particular y el bienestar de la sociedad en general. Se enmarca dentro del trabajo que lleva adelante el INTI, organismo que este año conmemora su 60° aniversario, con el fin de potenciar la industria nacional.

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