Trasplante hepático, logro del Central

En nuestra provincia ya se realizan trasplantes hepáticos en el sistema público, un avance de jerarquía en la atención de la salud.

Trasplante hepático, logro del Central
Trasplante hepático, logro del Central

El hospital Central es el primer efector estatal de la provincia de Mendoza que ya realiza trasplantes hepáticos en el sistema público.

Es otro avance de este gran centro médico de la calle Alem, al que recurren muchos mendocinos sin obra social ni posibilidad de atenderse en la medicina privada... mendocinos y también habitantes de otras provincias argentinas.

Este valioso paso institucional –el trasplante hepático– permitirá a los enfermos disponer de una asistencia integral y evitar el traslado a efectores particulares, con una significativa reducción de costos que va del 30 al 40 por ciento con respecto a la realidad anterior, que era derivar esas intervenciones a nosocomios del sector privado.

De esta manera, el importante centro médico, inaugurado de urgencia en enero de 1944 por el terremoto de San Juan y que ya cumplió 73 años de vida, suma el hepático a su Servicio de Trasplantes, que ya contaba con la posibilidad de implantes de riñón y de córnea, y que a fin de año tiene la expectativa de añadir el de médula ósea.

La primera intervención se efectuó a finales de agosto último a una paciente de 60 años, quien se encuentra en favorable estado de evolución.

Una hepatitis fulminante tiene una mortalidad de 92 a 95%. Los pacientes que requieren trasplante no tienen otra posibilidad. Poseen una sobrevida de 75 a 80% un año después y de 70%, a los 5 años.

En Mendoza había hace algunas semanas atrás 23 pacientes esperando trasplante de hígado; 13 están haciendo los trámites para el trasplante y 5 de la lista provienen del Instituto Coordinador de Ablación e Implante de Mendoza (Incaimen), sin obra social.

El hospital acondicionó una sala especial para internación de estos pacientes, con una inversión de un millón de pesos.

En cuanto a los profesionales que realizan estas intervenciones, ya pertenecen al recurso humano de la institución, con una larga trayectoria y experiencia en esta práctica.

Este nuevo servicio permitirá a los pacientes atención integral en un solo efector y la posibilidad de permanecer vinculado antes, durante y después del trasplante al mismo equipo médico.

El descripto, entonces, es otro hito en la brillante trayectoria del establecimiento, que en 1951, para citar un eslabón, creo la División e Instituto del Bocio, a fin de atender una enfermedad endémica en la provincia, y que en 1965 recibió a la misión sueca Crafoord, que realizó pioneras cirugías cardiovasculares con circulación extracorpórea.

Asimismo, en la década de los 50 cobijó el nacimiento de la Facultad de Ciencias Médicas de la UNCuyo.

Esta condición lo convirtió en el principal hospital escuela del territorio.

Dejando de lado otros trascendentales avances, ya que no todos pueden ser citados en una editorial, vale recordar que a mitad de los 70 se llevó a cabo el primer trasplante renal del interior del país.

En suma, estamos frente a un hospital que todos los mendocinos debemos cuidar y proteger por tratarse nada menos que del gran referente de la salud del centro oeste argentino. Y a su personal médico, auxiliares, técnicos, de enfermería y demás cuadros del amplio servicio, que diariamente enfrentan la atención de cientos de pacientes.

Tenemos presentes las palabras que para el 70 aniversario del nosocomio (en 2015) dejó plasmadas un jefe de guardia, quien dijo sentir un gran orgullo por trabajar en la institución. "Todos, hombres y mujeres, nos desempeñamos con una gran vocación, de otra forma no se podrían enfrentar las dificultades diarias".

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