El presidente Mauricio Macri confirmó ayer que le traspasará el control y, por ende, el costo de las empresas Edenor y Edesur a los gobiernos de la provincia de Buenos Aires y de la Capital Federal, donde gobiernan sus dos principales socios políticos.
"Hay un reclamo lógico de las provincias sobre los subsidios que reciben la provincia y la Ciudad", dijo el jefe de Estado y responsabilizó por la situación de "desigualdad" a la "política del gobierno kirchnerista".
Según dijo el Presidente, su gestión decidió traspasar Edenor y Edesur "porque es más justo, porque es la manera de ir equilibrando el gasto estatal para que el Estado no se vuelva una mochila".
"En el pacto Fiscal -sostuvo- tenemos tres años para equilibrar las cuentas y los venimos haciendo. Estamos yendo a ese camino, de un país donde haya ecuanimidad", añadió el mandatario en declaraciones a Cadena 3.
Este era uno de los principales reclamos de gobernadores del PJ al jefe de Estado para iniciar las negociaciones por el Presupuesto 2019.
El bloque de diputados del Peronismo Federal (de línea directa con los gobernadores) había presentado en mayo un proyecto de ley para exigir el traspaso a la Capital Federal y Buenos Aires de las empresas de servicios públicos Aysa (agua), Edesur y Edenor.
El "peronismo federal" planteaba que hasta aquí los contribuyentes de toda la Argentina estaban subsidiando la energía, el agua y el transporte público (tanto colectivos como trenes y subtes) a porteños y bonaerenses.
Esa fue una manera de devolverle a Macri el peso del ajuste sobre los dos principales distritos que administra el Pro.
El traspaso venía siendo resistido por el jefe de Gobierno porteño, Horacio Rodríguez Larreta, y por la gobernadora bonaerense María Eugenia Vidal por los elevados subsidios que los usuarios de Edenor y Edesur tenían para el ítem de distribución.
Pero las tarifas de electricidad ya llegaron a un precio pleno para el tramo de la distribución en la Capital y el Gran Buenos Aires.
