Los ambientalistas de Greenpeace detenidos en Rusia desde hace casi dos meses tras una protesta en el Artico, entre ellos dos argentinos, fueron trasladados ayer desde la ciudad de Murmansk, en el norte del país, a San Petersburgo, donde está previsto que arriben hoy.
El director ejecutivo de Greenpeace en Argentina, Martín Prieto, dijo que el traslado se cumple “en tren, en un vagón especial para presos” y confirmó que los activistas están acusados “de piratería y vandalismo”.
“El comité de investigación ruso había publicado en su página web que retiraba la acusación de piratería y los acusaban de vandalismo, pero nunca lo concretaron”, sostuvo Prieto, y manifestó que “rigen las dos acusaciones, por lo que estamos haciendo todos los planteos legales”.
El delito de piratería está castigado en Rusia con cárcel de hasta 15 años, mientras que el de vandalismo prevé prisión de hasta 7 años.