Tras un vuelo con demoras, el ex presidente de Bolivia, Evo Morales, aterrizó pasadas las 14 (hora de Argentina) en el Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México, donde lo esperaba un grupo de simpatizantes.
"México me salvó la vida", agradeció hoy el ex mandatario boliviano, minutos después de llegar al aeropuerto Benito Juárez del distrito federal en condición de asilado político. Tras recibir la bienvenida del canciller mexicano, Marcelo Ebrard, Morales aseguró que "mientras tenga la vida" continuará en la política.
El avión de la Fuerza Aérea de México en el que viajaba Morales había despegado rumbo a ese país centroamericano que le iba a dar asilo desde el aeropuerto internacional de Asunción, adonde había llegado de madrugada y permaneció unas cuatro horas tras salir de Bolivia.
Según algunos medios citados por la agencia de noticias EFE, el aparato que trasladaba al renunciante ex jefe de Estado, quien dejó el poder el domingo tras denunciar un golpe de Estado, se vio obligado a hacer tierra en Paraguay al no disponer de autorización para volar sobre cielo peruano.
Otras fuentes indicaron que la escala fue motivada para realizar una verificación de todas las licencias de sobrevuelo.
Al respecto, el ex presidente paraguayo Fernando Lugo (2008-2012) dijo que la escala fue para el reabastecimiento del aparato.
Lugo, de la formación de izquierda Frente Guasu, estuvo en el aeropuerto internacional de Asunción, si bien no se encontró con Morales, que no salió del avión.
El ex mandatario declaró a Radio Monumental que entre los ocupantes del aparato estaba el ex vicepresidente boliviano Álvaro García Linera, quien bajó a la pista a saludar al embajador mexicano en Paraguay.
La Dirección Nacional de Aeronáutica Civil (Dinac) no emitió ninguna información ni las causas por las que se hizo la escala en el aeropuerto, ubicado en la ciudad de Luque (Gran Asunción).
El presidente electo de Argentina, Alberto Fernández, había confirmado anoche que el gobierno de Perú decidió abrir su espacio aéreo al avión de México que iría a buscar a Evo Morales.
Asimismo, Fernández informó que había hablado con el presidente de Paraguay, el conservador Mario Abdo Benítez, y que este le aseguró que "las puertas de Paraguay estaban abiertas para Evo Morales, para asilarlo y darle tranquilidad".
"Quiero pedir a nuestras Fuerzas Armadas no mancharse con la sangre del pueblo", fueron las últimas palabras de Morales en Bolivia antes de partir la pasada noche a México, país que le concedió asilo.
Morales renunció a su cargo el domingo pasado luego que la cúpula de las Fuerzas Armadas y de la Policía de Bolivia le solicitaran que deje el cargo para pacificar el país.
Antes, la la Organización de Estados Americanos difundió un informe sobre graves irregularidades en el proceso electoral presidencial del 20 de octubre y recomendó suspender las elecciones.
Por su parte, la segunda vicepresidenta del Senado, la opositora Jeanine Añez, dijo en una comparecencia cargada de emoción que asumiría el control temporal del Senado, aunque no estaba claro si podría conseguir la aprobación del Congreso, controlado por partidarios de Morales. Si es elegida como líder de la cámara alta se convertiría en la siguiente en la línea de sucesión.
Tras llegar al Congreso bajo una gran escolta policial y con la voz entrecortada por la emoción, Añez pidió el fin de la violencia en el país.
La senadora indicó que convocaría una sesión legislativa el martes para considerar si se aceptaba la renuncia formal de Morales. Pero no estaba claro si los parlamentarios podrían reunirse tan rápido, dada la inseguridad en la capital.