La reaparición en público de la presidenta Cristina Fernández a cuatro días del golpe político que significó para el oficialismo la elección del domingo, puede dar hoy indicios acerca de si mantendrá o no su protagonismo en apoyo a su candidato Daniel Scioli de cara al balotaje del 22 de noviembre.
Su presencia, después del silencio que conservó tras las elecciones que dieron una magra diferencia de 2,53% a Scioli sobre el candidato de Cambiemos, Mauricio Macri, acaecerá en medio de especulaciones acerca de diferencias entre ella y el gobernador bonaerense y de un supuesto distanciamiento que ayer volvió a alimentarse ante la confirmación de que no habría reunión alguna.
“No está prevista ninguna reunión”, dijo ayer el jefe de Gabinete, Aníbal Fernández, quien se presentó expresamente para ello en la sala de periodistas de la Casa Rosada, y agregó. “Así que Scioli sigue con su campaña y la Presidenta sigue con su actividad política, como todos los días”.
Desde el sciolismo habían asegurado el martes que ayer el candidato del Frente para la Victoria (FpV) se iba a reunir con la Presidenta para definir la estrategia de los 24 días que restan para el balotaje. Por lo pronto, desde el domingo, Scioli parece no haber conversado telefónicamente con la Presidenta, como lo admitió durante su conferencia de prensa del lunes cuando eludió responder una pregunta directa en ese sentido.
No obstante, ayer volvió a minimizar este aparente distanciamiento. “Permanentemente hablo y me reúno cuando me tengo que reunir. ¿Sabés las veces que me reúno o hablo por teléfono y nadie se entera? Lo demás son especulaciones”, dijo . Al mismo tiempo aseguró que cuenta “con el compromiso de todos” dentro del oficialismo de cara al balotaje.
Fuentes de la Rosada confirmaron a este diario que la reaparición presidencial será hoy a las 18 en el Salón de las Mujeres del Bicentenario desde donde, como es habitual, hará anuncios de gestión y podría pronunciar un mensaje por cadena nacional.
Después hablará a los militantes de La Cámpora y organizaciones kirchneristas reunidos en los patios interiores de la sede de gobierno.
El dato a tener en cuenta, además de su mensaje, será la presencia de los gobernadores justicialistas y aliados, que fueron invitados al acto, confirmaron las mismas fuentes. Es que horas antes, al mediodía, Scioli y una decena de gobernadores coincidirán en Tucumán para la asunción del gobernador electo, Juan Manzur. El acto sería aprovechado por los mandatarios para analizar allí la estrategia a seguir y, dentro de ella, el papel que entienden conveniente que juegue o no la Presidenta.
La reunión que en cambio sí se realizó ayer en la Rosada fue entre Aníbal Fernández, el derrotado candidato a gobernador de la provincia de Buenos Aires, con su par bonaerense a la vez que jefe de la campaña de Scioli, Alberto Pérez. El encuentro duró alrededor de dos horas, durante las cuales Pérez reclamó a Fernández que cese en sus ataques al candidato presidencial y en hacerlo responsable públicamente de su derrota del domingo por la gobernación bonaerense, dijeron fuentes sciolistas.
La interna abierta por la derrota de Aníbal Fernández tuvo ayer otro capítulo público. El jefe de Gabinete insistió en que sólo se sintió “bancado” por la Presidenta cuando fue acusado de tener relaciones con el narcotráfico e insistió en que “colaboraré para que gane Scioli porque nunca juego contra un peronista, jamás le corté boleta a un compañero”.
Tras esos dichos en su rueda de prensa matutina, el hermano del candidato, José “Pepe” Scioli, titular de la Fundación DAR, le salió al cruce: “En el peronismo me enseñaron que los trapos sucios se lavan dentro de casa, no se hacen públicos. Aníbal tendrá que evaluar por qué Scioli ganó en la provincia y él no…”.