El exfutbolista inglés Paul Gascoigne se declaró culpable hoy de un delito contra el orden público por una broma racista que hizo en un espectáculo.
El que fue delantero estrella de Inglaterra en el Mundial-1990, de 49 años, admitió haber proferido o perpetrado "palabras o conducta amenazante u ofensiva" en "Una noche con Gazza", un espectáculo en el que narra anécdotas de su carrera.
El hecho ocurrió en Wolverhampton, en el centro de Inglaterra, el 30 de noviembre pasado.
Gascoigne, que durante años ha copado titulares por el alcohol y las drogas, compareció en un tribunal de Dudley, también en el centro de Inglaterra.