Los hermanos Alejandro y Marcos Patronelli (Yamaha Racing Team), figuras de la categoría cuatriciclos y únicos campeones argentinos del Dakar, están listos para largar en pocas horas un nuevo desafío en familia tras cuatro años de ausencia del primero y dos del menor de ellos.
“Encaramos este Dakar muy tranquilos. Venimos a hacer nuestra carrera y a encarar cada etapa como un nuevo Dakar”, coincidieron los hermanos, que entre ambos suman cuatro títulos, dos para cada uno.
Una vez más y tal como marca la tradición familiar, casi todo el grupo acompañará a los aventureros pilotos en el recorrido, algo fundamental para los hermanos que sienten esencial el apoyo de los suyos.
“Este año empujo más Ale para venir y, obviamente, cuando él lo decidió yo dije que lo iba a acompañar. Va a estar bueno porque viene toda la familia”, resaltó Marcos, quien sintió la ausencia de su hermano y parte de la familia en las ediciones de 2013 y 2014.
Alejandro, ganador en 2011 y 2012, fue el primero en hacer una pausa sin tiempo definido un año después de haber conseguido su segunda corona.
El arduo trabajo en la fábrica de acoplados de la familia, a donde los hermanos van todos los días, sumado a la necesidad de tomarse un descanso del cuatri, hicieron que Alejandro se retirara del Dakar.
“Dejé de correr por varios motivos. Cuando terminé el Dakar 2012 completé 19 años sin bajarme del cuatriciclo, estaba muy cansado y necesitaba parar un poco”, explicó Alejandro.
Los hermanos coinciden en que el Dakar 2016, que recorrerá unos 9.000 kilómetros entre Argentina y Bolivia, será duro, muy técnico y rápido desde el principio, con caminos y ríos de montaña traicioneros en el Norte, temperaturas elevadas y la altitud de Uyuni desconocida para ambos.
"Va a ser complicado por los caminos de montaña, los ríos de montaña, Fiambalá y las temperaturas. Las primeras etapas nos vamos a sacar chispas", comentó Alejandro.
“Este año llego con todas las de perder, como en 2010 cuando debuté. Se me dio re lindo porque gané dos pero este año llego con todas las de perder, aunque lo voy a encarar con todas las ganas”, enfatiza Alejandro en diálogo con Télam .
A su vez, Marcos, quien comenzó a escribir el capítulo Dakar de la familia y lo ganó en 2010 y 2013, aseguró que llega “ansioso y con ganas”, aunque admite que irá tranquilo porque será “muy complicado y la clave es no errar”.
“Vamos a renegar pero estamos tranquilos: es así como lo tomamos con Ale. Una aventura más y después vemos si andamos bien o mal. Venimos a hacer nuestra carrera”, subraya.
Antes de despedirse y a escasos metros de su hermano mayor, Marcos concluye: “Por ahí en 2014 me sentía corriendo solo. Ahora vamos a estar juntos otra vez. Va a estar bueno”.