Debido a las obras de infraestructura realizadas en El Carrizal, la escultura del Pejerrey que se encontraba en la intersección de las rutas provinciales 16 y 61 tuvo que ser removida y se aprovechó esa ocasión para ser restaurada.
Una vez que se terminó de construir la rotonda de la villa cabecera, el adorno volvió a su lugar de origen.
Ahora el Pejerrey tiene nuevas letras metálicas, que reemplazaron a las antiguas que eran de hormigón. También luce pintura renovada y se repararon daños propios del paso del tiempo. Además se cambió su posición de vertical a horizontal.
Para volver el monumento a la ubicación que ocupa desde hace más de 10 años, la comuna de Luján contó con la colaboración de vecinos, clubes, instituciones y comerciantes del lugar.
Próximamente se instalará la nueva luminaria y césped y también se colocará pintura en los caños de soporte y un mástil en el predio.
Historia del emblema
Antiguamente en la intersección de las rutas Nº16 y la Nº61 existía un pozo que fue rellenado con tierra por los vecinos del lugar. Los habitantes de la zona propusieron colocar allí algún emblema distintivo y luego de varias consultas entre los lugareños y funcionarios municipales se decidió construir un Pejerrey como emblema de una zona de pesca.
El trabajo fue encargo por los vecinos al escultor Facundo de la Rosa. Esta imagen le brindó al distrito una identificación propia, inclusive con un festival dedicado a la pesca.