Casi un centenar de hinchas de Newell's Old Boys llevó anoche sus fuertes reclamos hasta el domicilio del presidente Guillermo Lorente, quien salió a la puerta para escucharlos y calmarlos.
El tirante episodio ocurrió tras el nuevo revés, en la ocasión por 2-0 ante Rosario Central en el Gigante de Arroyito, en el candente clásico de la ciudad, esta vez por la duodécima fecha del Torneo de Primera División.
Uno de las demandas estuvo directamente relacionada con la situación del entrenador Gustavo Raggio, a quien la derrota lo hace peligrar en su puesto.
En su página de Internet La Capital de Rosario consigna que hubo escenas de tensión, pero sin que se llegara a la violencia física.
Sí hubo en las inmediaciones del Coloso Marcelo Alberto Bielsa daños causados en los automóviles de los dirigentes ñulistas.