Dos compañías aéreas niponas, JAL y ANA, inmovilizaron en tierra ayer sus Boeing 787 Dreamliner después de un nuevo incidente que constituye un golpe duro para el fabricante de aviones estadounidense, que sin embargo parece conservar la confianza de sus clientes internacionales en su modelo estrella.
Las acciones de Boeing cayeron ayer cerca de 4% en Wall Street, luego de un aterrizaje de emergencia de uno de sus aparatos 787 Dreamliner en Japón. Las acciones de otras empresas relacionadas con el “programa” 787, como Thales, también bajaron en Tokio y París.
Ayer a la mañana, el vuelo ANA 692, entre Yamaguchi Ube (oeste) y Tokio, con 129 pasajeros y 8 tripulantes, tuvo que realizar un aterrizaje de emergencia en Takamatsu (sur). Varias personas sufrieron heridas leves durante la evacuación terrestre mediante toboganes.
“Durante el vuelo, el comandante a bordo recibió un mensaje de error procedente de una batería. Estamos investigando sobre lo que realmente sucedió”, explicó una portavoz de All Nippon Airways (ANA). Luego, la aerolínea indicó que el mensaje señalaba la presencia de humo en un compartimento que contenía una batería que causó el problema.
El grupo Boeing reaccionó rápidamente, asegurando que va a “trabajar con sus clientes y las autoridades competentes” para aclarar este caso.
Este incidente técnico condujo ayer a ANA a dejar en tierra sus 17 Dreamliners. Esta iniciativa fue imitada poco después por su compatriota y rival Japan Airlines (JAL), que usa 7 aparatos de este tipo y que también ha tenido problemas.
El ministro del Transporte japonés, Akihiro Ota, se mostró muy preocupado, temiendo que el incidente de ayer, calificado de “serio”, provocase “un grave accidente”.
Por su parte, el fabricante europeo Airbus defendió las baterías de litio-ión con las que equipa a sus aparatos, al igual que su rival estadounidense.
“Las baterías de litio-ión son una tecnología utilizada por varios fabricantes de aviones en modelos existentes o futuros pero pueden provenir de diferentes fabricantes y tener concepciones diferentes”, destacó Airbus.
Las diferencias refieren sobre todo a los circuitos químicos, la protección electrónica, la capacidad o el número de células, añade el fabricante europeo.
Tras el accidente, las autoridades federales de Estados Unidos ordenaron ayer mantener en tierra temporalmente los aviones Boeing 787 mientras se investiga el caso.
La Administración Federal de Aviación dijo ayer que emitirá una orden urgente de seguridad con la que obligará a las líneas aéreas a que dejen de volar temporalmente sus Dreamliners, el avión más nuevo y más avanzado tecnológicamente de Boeing.
Por su parte, la aerolínea chilena LAN mantiene operando los tres aviones Boeing 787 Dreamliner de los que dispone. Estas naves suelen realizar el trayecto Santiago-Buenos Aires, sobrevolando el cielo mendocino.
A pesar de las expresiones de confianza de otras compañías clientes, el problema del vuelo ANA 692 constituye de todas formas un revés para la reputación del Dreamliner, un avión que ya sufrió en repetidas oportunidades problemas técnicos durante sus primeros vuelos comerciales.
En total, al menos 7 incidentes fueron registrados entre el 7 y el 16 de enero último en los B 787 de ANA y JAL.
Entre los problemas que se presentaron figuran una dificultad con los frenos, un parabrisas resquebrajado en pleno vuelo y un escape de aceite en los aparatos de ANA, así como dos escapes constatados en un avión de JAL y un principio de incendio debido a una batería en un Dreamliner de la misma compañía después de su aterrizaje la semana pasada en Boston. Agencias
