Más de 7 mil personas volvieron a manifestarse ayer al atardecer frente a la residencia de la gobernación de Santa Cruz, luego de que el viernes a la noche trabajadores estatales exigieran el pago de sueldos adeudados en una macha que terminó con incidentes y represión.
La concentración comenzó cerca de las 18 en las calle Néstor Kirchner y San Martín y, desde allí, marcharon hasta la Legislatura provincial con pancartas, bocinas y cacerolas.
También protestaron por unos minutos frente a la residencia de la gobernación donde colgaron carteles en las rejas y entonaron cánticos: “Se va acabar la dictadura de los K” y “Esto es para Alicia que lo mira por TV”.
Entre los carteles de los manifestantes denunciaron el "vaciamiento" de la salud pública y la educación, y exigían la renuncia de la gobernadora Alicia Kirchner.
Luego la protesta se dirigió a la gobernación de Santa Cruz donde entonaron el himno nacional y se trasladaron hasta el centro de la ciudad donde se leyó un documento unificado de gremios estatales, padres autoconvocados, estudiantes y jubilados.
Allí exigieron "respuestas" y que "la gobernadora pague los salarios, abra las paritarias, que genere un diálogo sincero, que muestre humanidad y grandeza".
Además, criticaron las declaraciones de la gobernadora y al secretario de Derechos Humanos de Santa Cruz, Horacio Pietragalla, quien aseguró que "anoche no fue represión sino evitar un acto delictivo". Apuntaron que la gobernadora y la ex presidenta Cristina Fernández "se juntaron para ver a quiénes les conviene poner como mascarón de las próximas elecciones" y no para "resolver los problemas de la sociedad santacruceña a la que nos arrastraron con tantos años de desidia, abandono y corrupción".
Madrugada violenta
Al menos cuatro personas resultaron heridas cuando la policía de Santa Cruz reprimió una manifestación espontánea que, pasada la medianoche del viernes, intentó ingresar a la residencia oficial de la gobernadora, luego de difundirse que la ex presidenta Cristina Fernández había llegado al predio.
Tres heridos se registraron en el primer accionar de la Infantería, pasadas las 0.30, sobre el portón de la calle Piedra Buena, frente a la Jefatura policial, hacia donde se habían volcado los efectivos para dispersar a los manifestantes que lograron franquear la reja del otro ingreso hacia los jardines de la residencia oficial.
Un chofer de ambulancia terminó con varios perdigones de goma en su espalda; el fotógrafo Jorge Riquelme, de la Asociación Trabajadores del Estado (ATE), recibió una herida en la cabeza y un dirigente de izquierda resultó con una herida en la pierna.
Un cuarto manifestante resultó herido en la cara, a la altura del ojo, avanzada la madrugada, durante otra acción de dispersión de las fuerzas policiales.
Los manifestantes esperaban cada oportunidad que se disiparan los gases para volver a apostarse frente a ambas puertas de la residencia, aunque, hacia las 2.30, el número fue menguando.
El Ministerio de Seguridad nacional, responsable de la seguridad de la ex presidenta, movilizó fuerzas de seguridad - Gendarmería y Policía Federal - desde el interior de Santa Cruz hacia la capital provincial, consignaron fuentes oficiales.
La protesta se inició pasadas las 21, cuando entre los sectores en conflicto por reclamos salariales y el pago de los haberes de marzo circuló en las redes sociales que Cristina Fernández había ingresado a la residencia.
Según se conoció ayer, la ex presidenta logró regresar recién ayer a la tarde a su casa, ubicada en el Barrio Jardín de la costanera de Río Gallegos.
Cristina entró a su vivienda poco después de las 16 junto a su hija Florencia y su nieta Helena. El dispositivo de seguridad fue reforzado por el jefe de la custodia de la ex mandataria, Diego Carbone.
Cristina y Alicia acusaron a Cambiemos
La ex presidenta Cristina Fernández de Kirchner, señaló que los incidentes en la residencia oficial de Santa Cruz fueron consecuencia de “un ataque organizado y planificado por hombres de Cambiemos en la provincia” .
A través de su cuenta de Twitter, la ex mandataria publicó un video donde describe cómo un grupo de personas atacó anoche la casa de la gobernadora Alicia Kirchner “con el visto bueno del gobierno nacional”.
“No era gente que protestaba, era gente que había organizado un asalto, un ataque a la casa de la gobernadora”, subrayó Cristina. Aseguró que ex agentes de la SIDE, dirigentes de Cambiemos, partidos de Izquierda y algunos medios de comunicación “montaron una escena” en la residencia donde se encontraban “solamente cinco mujeres”.
Su cuñada, Alicia Kirchner, coincidió en que se trató de un “ataque organizado y planificado” y especuló con que los manifestantes “quizás recibieron instrucciones de Durán Barba y quieren mi cabeza para la campaña electoral”.
De todas formas, reiteró que recibió “una provincia quebrada”, en “un momento crítico” y que hay “una sobredimensión de la planta de personal” del Estado.
El Gobierno descarta intervenir la provincia
“Está totalmente descartada todo tipo de intervención federal a Santa Cruz”, dijo al diario Clarín el viceministro del Interior, Sebastián García de Luca, y así dio por tierra con una de las versiones lanzadas por el kirchnerismo. El funcionario contó que, junto a su jefe, el ministro Rogelio Frigerio, vienen “dialogando con las autoridades de la provincia”.
En lo que va de 2017, el Gobierno envió adelantos financieros por unos $ 1.170 millones para que la provincia pudiera hacer frente al pago de salarios.
Frigerio, por su parte, se comprometió a seguir “dándoles ayuda como venimos haciendo desde el primer día de nuestra gestión” a Santa Cruz, a la vez que reclamó a las autoridades que “se tienen que dejar ayudar”.
El presidente Mauricio Macri calificó como “muy grave el ataque” a la residencia de la gobernadora y dijo -a través de su cuenta oficial en Twitter- que repudia la “violencia como método, siempre”.
Menos conciliador, García de Luca aseguró: “Necesitan justificar el desastre que han hecho manejando la provincia porque, más allá de que Alicia se queje de la herencia, ellos gobiernan hace 30 años”.
