Un grupo de concejales de Guaymallén y Las Heras presentarán un proyecto en cada una de esas comunas para obligar a los locales bailables a colocar agua potable. Si bien hace tiempo que los boliches clausuran sus canillas a partir de determinado horario, la polémica por la muerte de cinco jóvenes en una fiesta electrónica en Costa Salguero reavivó el debate.
"A este proyecto lo venimos armando hace dos meses después de una propuesta del colectivo LGBT de Guaymallén porque había muchos chicos y chicas que nos decían que en los boliches no había agua potable. A partir de eso empezamos a armarlo", indicó a radio Cooperativa el concejal de Guaymallén, Ignacio Conte.
Según explicó el edil, la iniciativa consiste en obligar a los propietarios de los boliches a poner un dispenser cada 80 metros cuadrados para que sea de fácil acceso. “Además pedimos cámaras para ver ante cualquier inconveniente. Si son fiestas, que tengan una ambulancia ante cualquier emergencia. También se trataría que desde la municipalidad revisaran si el alcohol que sirven es original”, agregó Conte.
El concejal criticó a los empresarios que clausuran las canillas de los baños para que los jóvenes deban consumir obligatoriamente en la barra del local. “El que va al boliche no va a tomar agua. Es un pensamiento muy chiquito el de tratar de facturar más por unos pocos pesos y arriesgar la salud de la gente”, disparó Conte.
Los concejales creen que dentro de dos semanas la ordenanza podría ser aprobada. Entonces, los municipios decidirán cuándo implementarla.