En la tarde del martes, los gritos y la tensión se apoderaron del estudio donde se graba "Pasapalabra". Es que Analía Franchín y Esmeralda Mitre, dos de las invitadas, tuvieron un violenta discusión que terminó con la actriz abandonado el set. Horas después, fue una de las propias protagonistas quien salió a hablar del conflicto que cuenta con antecedentes que incluyen violencia física.
En diálogo con "Siempre Show", Franchín contó que las rispideces con Mitre vienen desde hace un tiempo. "Sí, tuvimos un conflicto. Bueno, no sé si fue un conflicto. A Esmeralda la conozco hace muchos años, hemos participado de algunos encuentros en común con Darío Lopérfido, su exmarido, o con otras exparejas. Siempre tuve buena onda", comenzó contando.
"Un día me invitaron a 'Intrusos' y pusieron una nota de Esmeralda. Yo me reí y dije 'ella me divierte'. La nota tenía que ver con unos tweets hablando de Lopérfido, diciendo 'voy a contar cosas tuyas'. Fue casi por lo mismo que me peleé con Luciana Salazar. Yo tenía muy buena onda con ella y cuando empezó a escribir cosas en Twitter, que para mí es una extorsión, contra Martín Redrado, yo dije 'me abro'. No me siento identificada como mujer con este tipo de mujeres que amenaza a alguien por red social, sea un hombre o una mujer. Me parece siniestro. Entonces dije en el programa de América 'esa Esmeralda Mitre no me gusta, se parece mucho a Luciana Salazar'", continuó.
Según el relato de la entrevistada, esas palabras en el programa de América fueron lo que rompió la buena relación entre ellas. "Después de eso, me la crucé en una gala. Esmeralda se acercó y le digo 'hola, Esme' porque no quita la buena onda que puedo tener con ella más allá de que no me guste lo que hizo. Y me dijo 'a mí no me compares con Luciana Salazar, no tengo nada que ver con ella' y me dio dos cachetadas en la cara. Como están escuchando. Fue dos cachetaditas, como sobrándote. Siempre poniéndose en un grado de superioridad porque ella es más que todos, reveló.
"Mi reacción fue inmediata, me quise levantar y mi marido me agarró del brazo y me dijo 'este no es el lugar'. Y tenía razón. Eso me pareció de una violencia. Ella puede venir y decirme lo que le molestó. De ahí a pasar a la acción físico, hay un abismo", cerró, dejando en claro que lo que pasó en los estudios de El Trece fue una consecuencia de viejos rencores.