Tras la muerte de Arturo quieren apurar el Ecoparque

Ayer se realizó una conferencia de prensa en la que se brindaron detalles sobre la muerte del oso polar y las acciones que se están llevando a cabo para trasladar gran parte de los animales y hacer efectiva la trasformación del paseo.

Tras la muerte de Arturo quieren  apurar el Ecoparque

El oso polar Arturo se convirtió en un emblema mendocino durante los últimos años. Así como en el extranjero la asociación inmediata de Argentina suele ser con la figura de Lionel Messi o Diego Maradona, en medios del mundo entero llegaron a identificar a nuestra provincia con el único ejemplar de su especie que permanecía en cautiverio en el país.

Y su muerte, ocurrida minutos después de las 16 del domingo, llegó a las portadas y pantallas de incontables medios, y la conmoción se diseminó por todo el mundo.

"Creo que la muerte del oso va a hacer recapacitar a algunos legisladores y va a permitir sacar el proyecto de Ecoparque adelante", indicó el secretario de Ambiente, Humberto Mingorance, quien agregó que el proyecto no ha sido aprobado aún en la Legislatura no sólo por la indefinición de algunos legisladores, sino también por la faltaba de una visión más técnica.

El día después del deceso, las autoridades confirmaron que el oso acarreaba distintos problemas de salud, al tiempo que confiaron que ya habían contemplado la posibilidad de inducir su muerte.

"No era nada fácil la posibilidad, pero veíamos que el deterioro era muy acentuado. Había perdido muchísimo peso y ya no tenía la actividad que normalmente puede tener un oso polar. Se estaba pensando en tomar la decisión de dormir a Arturo, pero él nos ayudó a tomar esa decisión. El domingo a las 16 tuvo una descompensación hemodinámica -no tomaba los líquidos suficientes- y tuvo un fallo cardiorrespiratorio y renal, sospechamos. Todo eso fue consecuencia de la infección nasal que presentaba, y que terminó repercutiendo sobre la visión y el olfato", destacó el veterinario del Zoo mendocino Oscar Ríos, quien estuvo en contacto con el oso y lo acompañó hasta el momento de su fallecimiento.

Ayer realizaron la autopsia y ello resultará fundamental para determinar qué se hará con el cuerpo: si se lo embalsama, se recupera su esqueleto o directamente se lo entierra.

En búsqueda de consenso

Mingorance destacó que el Zoo se mantendrá cerrado por tiempo indefinido, mientras que en el predio continuarán los trabajos para mejorar recintos.

"La semana pasada estuve en la Federación de veterinarios de Argentina (Feva), desde donde hicieron algunas críticas al proyecto de Ecoparque. Charlamos casi 3 horas para ver los ajustes y nos pusimos de acuerdo", destacó Mingorance.

Sobre la propuesta de subastar algunos ejemplares frente a la superpoblación, destacó que es la herramienta que les facilita la normativa actual y aclaró que la subasta no se hará de cualquier manera y a cualquier postor.

"Quienes se presenten en la subasta van a tener que cumplir condiciones. Por ejemplo, no pueden ser otros zoológicos, circos, mataderos ni cotos de caza. Y van a tener que certificar a qué recinto van a poder ir los animales, que brinde mejores condiciones de vida para animales", explicó.

Un extenso padecer

Arturo llegó a Mendoza hace 22 años, como parte de un canje con un zoológico de Estados Unidos. Nacido en cautiverio, nunca siquiera pisó su hábitat natural ni conoció la nieve. A principios de 2017, hubiese cumplido 31 años y -de acuerdo a los especialistas- es una edad por demás alta, teniendo en cuenta el promedio de vida de estos ejemplares.

"A partir de marzo comenzamos a notar que Arturo presentaba una secreción mucosa por nariz. Era un moco transparente y nos llamó la atención eso. Se hizo una toma de muestra y encontramos algunas bacterias y hongos, por lo que se empezó a medicar. Fuera de eso, Arturo seguía teniendo un desenvolvimiento normal: bajaba a la playa temprano, se metía a la pileta, subía al dormitorio a las 10, comía y reposaba", destacó el veterinario Ríos.

Sin embargo, desde ese momento evidenciaron que el oso presentaba dificultades para comer, además de la molestia en la nariz.

"Se decidió hacerle una inmovilización química para una evaluación más profunda. Con la ayuda de Amigos de Arturo, vino personal del zoológico Temaikén y se hizo una anestesia, se tomaron placas, muestras de sangre y se determinó que había una infección que estaba produciendo una lesión ósea al nivel de las fosas nasales. Eso estaba repercutiendo a nivel de los ojos y podía además perder la capacidad olfatoria", destacó el especialista.

En mayo constataron que Arturo había perdido la visión. "Su calidad física fue decreciendo. Y aunque no veía, tenía un manejo del espacio que nos sorprendía. Tomamos la decisión de construir una rampa de descenso para que pudiera mantener su rutina. Pero el problema era que estaba comiendo cada vez menos, y eso lo atribuíamos al deterioro y al estrés por no poder ver", se explayó el especialista, agregando que todos los días le inyectaban un suplemento vía oral.

Ríos destacó que si se hubiese tratado de un animal más joven hubiese podido sobrellevar la patología de otra manera. "El manejo que hicimos con él fue muy pormenorizado. Entrábamos con él, lo ayudábamos a bajar a la piscina -le gustaba mucho y lo relajaba-, lo ayudábamos a subir como si fuera un viejito", sintetizó.

La presidenta de la asociación Amigos del Oso Polar Arturo, Irma Argüello viajó el fin de semana a Mendoza especialmente. "Sabíamos que estaba complicado. Cuando en abril hicimos la donación del filtro para la pileta ya presentaba algunos síntomas", indicó la mujer.

"El Zoológico de Mendoza no cuenta con muchos recursos, pero con Arturo se hizo todo lo que se pudo", explicó Argüello.

"En las redes sociales se propagó la ignorancia cuando hablaban de enviar a Arturo a Canadá. Esto fue malo porque espantó más ayuda que podría haber llegado. Hay que ser realistas, suele hablarse de santuarios pero ni siquiera se piensa en cómo llevarlos a los animales. Muchas veces se habla de cerrar zoológicos directamente, y por lo general lo único que hace eso se esconder las cosas bajo la alfombra", destacó Argüello.

"No se murió de calor, se murió de viejito", dijo Norberto Filippo

El artista plástico y ex director del Zoológico, Norberto Filippo, siempre estuvo en el ojo de la tormenta y bajo una lluvia de críticas. Incluso, durante los últimos meses se pronunció en contra del proyecto oficial de Ecoparque en sus redes sociales.

Tras la muerte del oso polar, destacó todo lo que se hizo por Arturo durante los últimos años. "No murió de calor, se murió de viejito. Se hizo todo en el zoológico, pero dadas sus condiciones de geronte, así como murió ahora se me podría haber muerto también a mí", destacó Filippo, quien enumeró algunas de las cosas que se hicieron durante su gestión.

"Se le mejoró la pileta y logramos bajar casi 11 grados la temperatura del recinto. Incluso, decidí que uno de los aires acondicionados que estaba destinado a mi oficina lo colocaran en el recinto", agregó.

"Con el oso Arturo tuvimos una relación muy fluida. Yo iba todas las tardes y me habían enseñado cómo darle de comer. Se dejaba mimar, era grande y estaba domesticado", sintetizó.

Gabriel Flores: "Haberlo traído es lo primero que hay que reprocharse"

Gabriel Flores es el creador del grupo Ecológicos Unidos y uno de quienes más militó en redes sociales y juntando firmas en la calle por el oso Arturo. Incluso, escribió un libro sobre su vida y su padecimiento ("Oso polar Arturo, prisión perpetua", que está disponible de forma gratuita en internet).

"Peleó hasta el final, y murió cuando se le cantó. No permitió que lo mataran, que lo durmieran", resaltó Flores durante la mañana de ayer en la puerta de la Legislatura, mientras pedía públicamente -una vez más- por la creación del Ecoparque.

"Esto no tiene que volver a pasar, traerlo acá es lo primero que tenemos que reprocharnos. Y que nadie haya reaccionado durante los 22 años que estuvo. Ahora más que nunca hay que seguir luchando", expresó Flores.

Evalúan si es posible embalsamar el cuerpo

"No sabemos si la calidad de la piel del oso, por su edad, va a permitir que se lo embalsame", explicó el veterinario Oscar Ríos. El parte oficial del zoológico informó que Arturo, que por su edad presentaba un cuadro terminal, "falleció por un desbalance hemodinámico lo que desencadenó una descompensación multisistémica".

Se indicó que los resultados de la autopsia serán informados próximamente.

"Arturo fue un caso testigo. Esperamos que sea el último oso polar retenido en un zoológico de nuestro país y que su caso obligue a las autoridades a rever la situación de las demás especies exóticas que sobreviven en su misma situación" dijo Soledad Sede portavoz de Greenpeace. Greenpeace se opone a la existencia de los zoo tal como se los conoce en la actualidad y considera que estos establecimientos "deben transformarse en centros de conservación de especies y de educación ambiental".

La organización señala: “la gran pérdida de biodiversidad que afrontamos a nivel mundial nos obliga a comprometernos con la vida salvaje; a no retener animales de otros ecosistemas en nuestra región y a ocuparnos de preservar los autóctonos”.

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