Luego de una semana intensa y una dilación impensada para el oficialismo, la Legislatura se prepara para aprobar hoy el decreto que oficializa el aumento a los docentes y a los celadores. Ayer, el oficialismo recibió a los gremios docentes en una mesa de diálogo en la que no se dijo nada nuevo, aunque sirvió para que la UCR se garantice una presencia clave, la del diputado del Frente Renovador Guillermo Pereyra.
El legislador massita el lunes hizo fracasar la sesión especial pedida por la UCR al no dar quórum. Según adelantó, ahora sí va a estar en el recinto para garantizar el número mínimo para sesionar.
Con esta seguridad, el Frente Cambia Mendoza vuelve a tener los legisladores justos para iniciar la sesión y aprobar el proyecto que decreta el aumento del 32% anual (en dos etapas), incluido el resistido ítem Aula, que restringe las faltas del maestro a 3 por mes y 10 al año.
De esta manera, el gobernador Alfredo Cornejo tendría saldada su primera discusión salarial, aunque no en los mejores términos con los gremios. Para hoy, el Sindicato Unido de los Trabajadores de la Educación (SUTE) convocó a la realización de plenarios departamentales en la puerta de la Legislatura, con lo que se asegura que 1.500 delegados estén en el momento de la sesión.
Por otro lado, el sindicato elevó a la Subsecretaría de Trabajo un pedido de conciliación obligatoria, que fue recibido. Pero desde allí le respondieron que la instancia paritaria estaba fracasada, por lo que el expediente está para dictamen.
Con este panorama de “diálogo agotado” y posturas inflexibles, hoy los diputados se preparan para dar la sanción definitiva al proyecto que el viernes fue aprobado en el Senado.
Para esto, la recuperación de Pereyra, quien ratifica estar alineado al Gobierno, fue clave. El diputado y sindicalista (conduce el Centro Empleados de Comercio) no adelantó cuál será su voto, aunque si, hipotéticamente, su voto fuera negativo o se abstuviera, habilita al presidente de la Cámara, Néstor Parés, a desempatar, hecho que terminará aprobando el decreto.
Un diálogo trunco
La reunión obligada de ayer fue la única salida que quedó el lunes, luego de que Pereyra se negara a entrar al recinto para dar el quórum. Si bien el diputado massista no cuestiona la propuesta salarial y defiende el ítem Aula, señaló en aquel momento que, atento a lo que pasó el viernes, la crispación social no era buena para avanzar con el decreto. Esta posición terminó siendo un contratiempo que en el cornejismo nadie previó.
La negativa del aliado obligó a la UCR a cancelar la sesión especial una hora antes de que empezara, hecho que fue festejado por el SUTE, aunque el paro que por ese momento llevaban a cabo, con alrededor de 3 o 4 mil docentes en la calle, se licuó en sus objetivos. En este sentido, que la sesión se realice hoy sin una movilización en la puerta podría verse hasta como un favor que le hizo Pereyra a Cornejo.
La única salida para que el sindicalista reconsiderara su postura fue la mesa de diálogo que él mismo reclamó, la cual se agendó para ayer a la vez que se convocaba a la sesión especial para hoy. No obstante, ninguno estaba convencido de que existiera realmente diálogo, ya que era sabido que las posturas inflexibles iban a dar poco margen para la negociación.
La negativa de Pereyra comprometió la estrategia de Cornejo: necesita sí o sí tener aprobado el decreto esta semana para poder liquidar los sueldos de marzo con aumento y así calmar a los docentes y bajar la conflictividad.
Aunque la estrategia de no dar quórum tenía fecha de caducidad tanto para el massista como para los dos bloques opositores: el artículo 88 de la Constitución provincial dice que luego de tres sesiones especiales caídas, “se podrá sesionar con la tercera parte de sus miembros”, es decir, con 17 diputados, número que alcanza sobradamente la UCR. La de hoy es la segunda.
La reunión de ayer fue una formalidad y todos los sabían. No se trató de una mesa paritaria en la que se pueda modificar el texto, sino un intento más para acercar posiciones irreconciliables a esta altura.
En la reunión estuvo el ministro de Gobierno, Dalmiro Garay, quien explicó la situación financiera de la Provincia y la posibilidad real de dar aumentos, además de defender el ítem Aula como política educativa.
La posición oficial fue acompañada por la vicegobernadora, Laura Montero, y los legisladores del frente. Del otro lado, estuvieron el SUTE y otros gremios de la educación, como Sadop (docente privados), UDA, Sucend (celadores), cuya postura es apoyada por la totalidad de los legisladores del FpV y del FIT.
El SUTE manifestó nuevamente su rechazo al ítem Aula y el oficialismo pidió "tiempo para probar la herramienta". El gremio volvió a reclamar que se reabra la paritaria para trasladar la discusión a ese ámbito.
En cuanto a esto último, la respuesta volvió a ser no. “El Gobierno hizo su mejor esfuerzo, pero es muy difícil volver a la paritaria. Las posiciones están muy marcadas y en cada uno han encontrado un límite”, señaló Montero.