El zoológico de San Rafael cerró hoy definitivamente sus puertas. El cierre del paseo es una muestra de la tendencia de convertir esos espacios en ecoparques, como es el objetivo del Gobierno provincial con el Zoo ubicado en el Cerro de la Gloria.
El predio ubicado en el Parque Mariano Moreno fue cerrado oficialmente con el traslado de los últimos cuatro guanacos que habitaban allí. Esos ejemplares fueron trasladados a una reserva de Recursos Naturales ubicada en las Salinas del Diamante en El Nihuil.
El viejo zoológico quedó vacío luego de dos años de traslados de ejemplares a diferentes santuarios y reservas. Ubicado en la isla del río Diamante, funcionó allí desde que fue fundado en 1961 por gestión del vecino Mario Bonandi, quien ya tenía varias especies en su propio domicilio del barrio Pueblo Diamante.
Hace tres años una sociedad protectora de animales de San Rafael comenzó a pedir el cierre del lugar porque ya no cumplía con la función para la que fue ideado. Los animales que allí permanecían corrían riesgos de ser robados o morir por la poca atención y mantenimiento que recibían.
Desde el principio de las gestiones para el cierre del Zoo y el proceso de reubicación de los animales, se trabajó con la Fundación Cullunche. Ya fueron enviados a diferentes lugares del país todos los animales del Zoo, que ahora se convertirá en un parque-camping gestionado por agrupaciones gauchas locales.
El cierre del Zoo sureño enmarca la reconversión en ecoparques de paseos similares en las ciudades de Buenos Aires y La Plata. El jefe de gobierno porteño, Horacio Rodríguez Larreta, anunció en junio que el Zoo de Palermo sería transformado en un ecoparque con la reducción paulatina de ejemplares.
“No da para más tener animales en estas condiciones. Los animales tienen que vivir en su hábitat, no en medio de los edificios”, dijo Larreta en referencia a la tendencia que, a nivel mundial, exige suplantar zoológicos por parques de conservación de las especies.
También el zoológico de La Plata, fundado en 1907, avanza en su reconversión para ser un espacio sólo de animales autóctonos y continúa con el traslado de especies salvajes a parques que cuenten con sectores adecuados.
El objetivo final es "cambiar la imagen del zoo tradicional", donde se exponen ejemplares "de otras tierras y climas, para apuntar al rescate de animales y al cuidado del ambiente” y "estimular la procreación de especies autóctonas con la alimentación y hábitat adecuados", explicó su director, Diego Brutti, cuando se puso en marcha la iniciativa.