Cada 15 de setiembre el Gobierno está obligado a mandar al Congreso el Presupuesto del año siguiente. El próximo es especial, porque debido a la crisis cambiaria todas las pautas del último cálculo no se cumplieron, y para equilibrar las cuentas públicas y cumplir con el Fondo Monetario Internacional (FMI) hay que ajustar. Por eso las negociaciones empezaron con casi tres meses de antelación. Y en Diputados, el primer filtro parlamentario, el oficialismo ya comenzó a construir una mayoría para su aprobación.
Todo se cocina afuera, entre los funcionarios nacionales y los gobernadores. Pero para ser ley el Presupuesto debe ser sancionado por ambas cámaras del Congreso, donde los acuerdistas se enfrentan a las posiciones radicalizadas del kirchnerismo, la izquierda y otros bloques chicos que no responden a líderes provinciales con responsabilidad de gestión, y que por lo tanto están interesados más en oponerse que en contribuir a la gobernabilidad.
Descontado el rechazo del Frente para la Victoria, el trotskismo y otras individualidades opositoras, Cambiemos, que gobierna cinco provincias, ya trabaja con el interbloque Argentina Federal, que responde a nueve gobernadores opositores.
Ellos son los justicialistas Gustavo Bordet (Entre Ríos), Juan Manuel Urtubey (Salta), Carlos Verna (La Pampa), Sergio Casas (La Rioja), Domingo Peppo (Chaco), Juan Schiaretti (Córdoba), Juan Manzur (Tucumán) y Sergio Uñac (San Juan), y al misionero Hugo Passalacqua, del Frente Renovador de la Concordia.
El oficialismo también podría sumar el apoyo de la chubutense Rosa Muñoz, que responde al gobernador Mariano Arcioni, así como de los radicales díscolos liderados por Martín Lousteau. Pero la gran aspiración es conseguir el acompañamiento del massismo, un espacio que tras esta discusión podría quebrarse.
Puentes
En las últimas semanas el Gobierno nacional, y también Horacio Rodríguez Larreta y María Eugenia Vidal, han empezado a reactivar sus vínculos con Sergio Massa. Aparecieron en fotos. Lo necesitan para ganar gobernabilidad.
En Diputados, parte del interbloque massista, que tiene 21 integrantes, podría terminar apoyando al Presupuesto.
Entre los dialoguistas se menciona a la jefa del espacio, Graciela Camaño, que viene participando de las cumbres del justicialismo con Miguel Pichetto y gobernadores; Marco Lavagna y José Ignacio de Mendiguren, entre otros.
Entre los rupturistas se cuenta a Felipe Solá, que en sus últimas recorridas de campaña presidencialista por la provincia de Buenos Aires se acercó al kirchnerismo más duro; Facundo Moyano, Daniel Arroyo y Carlos Selva.
Las autoridades parlamentarias de Cambiemos creen que con el Presupuesto el Frente Renovador se partirá en dos bloques nuevos. “Creo que vamos a tener un espacio nuevo”, lanzó un importante diputado oficialista.
Con el apoyo de parte del massismo, el Presupuesto podría juntar un piso de 140 votos afirmativos y pasaría al Senado, que lo aprobará sin cambios, como es habitual.
Acuerdo general
El jefe del interbloque Argentina Federal, Miguel Pichetto, confirmó que las negociaciones ya han empezado y garantizó que entre los gobernadores y los parlamentarios que responden a ellos van a trabajar "con mucha responsabilidad" para que salga el Presupuesto.
“Esto requiere de un proceso de acuerdo federal, con la presencia de gobernadores, una mesa con el Gobierno nacional, y que el ajuste sea realizado con equidad, no solamente dirigido al interior más profundo”, aseveró.