La gestión de Alfredo Cornejo no conoce todavía el beneplácito de acordar con el gremio docente un aumento por paritaria. Y este 2018 no es excepción, ya que -como había anticipado- el Ejecutivo decidió otorgarlo por decreto.
El gobernador esperó casi hasta el final de la segunda jornada de un paro que consideró "un fracaso", para poner su firma en el texto que decreta un incremento salarial de 15,7% en tres tramos, pero sin cláusula gatillo.
Según fuentes gubernamentales, la norma será publicada "este miércoles" en el Boletín Oficial. Y confirmará que los maestros mendocinos percibirán una primera suba del 5%, "con el sueldo de marzo", aunque contemplando la retroactividad a enero, tal como ocurrió con los sectores que sí aceptaron la misma oferta de incremento salarial.
Al mediodía del martes, en la conferencia de prensa de presentación por el pago de la deuda del ítem "zona", el director de Escuelas, Jaime Correas, había dicho que el decreto estaba "a la firma", algo que se confirmó por la tarde.
Además de resaltar el incremento en tres partes, el funcionario dio algunos detalles adicionales. "También se pagarán $ 2.500 de ayuda de útiles escolares y $ 2.000 para los celadores, de ayuda de uniformes", señaló Correas.
El Gobierno aseguró que ayer la adhesión fue apenas del 4%.
Aunque no hay seguridad sobre cuándo se hará efectivo el pago de esos ítems. "Posiblemente se abonen después del pago del sueldo de marzo, por planilla suplementaria", destacaron otras voces desde el Ministerio de Gobierno.
Es entonces el tercer año consecutivo -siempre con Cambiemos gobernando- que la suba a los docentes llega por decreto. En 2016, cuando se impuso el ítem aula ("la principal razón de la no adhesión a los paros", según el SUTE), Cornejo otorgó un incremento cercano al 32%.
En 2017, la suba decretada resultó del 17% en dos tramos. Además dio $1.200 para útiles y $ 1.000 para ropa. En esa oportunidad, el Ejecutivo hizo hincapié en “la grave situación de emergencia financiera” de la provincia, además de recordar “el desmanejo en los bienes del Estado”, que había antes de su llegada y que aún incidía.
Ahora, y tras varias idas y vueltas, que incluyeron hasta una posibilidad concreta de acuerdo, que se diluyó el viernes pasado cuando el SUTE rechazó la última oferta (incluyendo su propia contrapropuesta de aumento mensual), el Gobierno vuelve a decretar la suba.
De todos modos no cierra las puertas a las paritarias. "Se seguirán discutiendo otros temas no salariales", dijo Correas al respecto.
Un paro sin cambios
El segundo día de paro mostró un panorama similar al del lunes. El Gobierno aseguró que la adhesión fue mínima. "La carga de planillas por sistema confirmó que la asistencia docente se mantuvo cerca del 96%", señalaron desde la DGE por la tarde. "Los alumnos también concurrieron en más del 87%", añadió el comunicado.
El SUTE en tanto se mantuvo en que "hubo un 30% de adhesión", aunque se reconoció que "en el segundo día siempre baja un poco".
De todos modos su titular, Sebastián Henríquez hizo un balance "positivo" de esa medida de fuerza y de las movilizaciones de la última semana. "El paro fue superior al del año pasado y queda claro que la lucha está en la calle. Así lo demostraron las dos movilizaciones", señaló.
Por otro lado volvió a recalcar que "la gente no para porque hay descuento", en referencia al ítem aula. Y quiso mantener la postura confrontativa al asegurar que "si no es por ese descuento, el Gobierno no convence a ningún docente de que no pare".
La escuela inaugurada el lunes no tuvo clases
Uno de los cruces más fuertes entre el SUTE y el Gobierno en los días de paro, fue por las condiciones edilicias de las escuelas.
Mientras el SUTE mostraba ejemplos de colegios sin clases, principalmente por su deterioro, el Ejecutivo hablaba de que "sólo 22 escuelas están con problemas edilicios, de un total de 1.300".
Incluso resaltó las obras realizadas en la escuela Laureana Ferrari de Olazábal, donde se hizo el acto oficial de inicio de ciclo lectivo 2018.
Pero para su pesar, en la tarde del lunes y la mañana de ayer, esa escuela no tuvo clases, algo que el gremio no desperdició para criticar.
El Gobierno dio explicaciones. "Hubo un problema con una bomba que impidió llevar normalmente el agua a los tanques", dijeron en el Ministerio de Economía e Infraestructura.
El problema se resolvió hacia la tarde del martes y los niños de ese turno pudieron estar en las aulas. "Esa escuela está en obra todavía, pero la parte que se hizo toda nueva puede ser utilizada", se informó.
Según el Gobierno provincial, “en 2017 se invirtieron $ 230 millones para arreglar escuelas y en 2018, con 43 licitaciones, se direccionaron $450 millones para ese fin”.
