Luego de los aludes que cayeron sobre la ruta nacional 7 que dejaron el tránsito hacia Chile interrumpido por el paso Cristo Redentor, desde hoy a partir de las 8 y hasta las 19 podrán cruzar en esa dirección todo tipo de vehículos.
Estaba inhabilitado desde el jueves 7 y, pese a que se esperaba que volviera a quedar en condiciones mañana, desde las 13.30 de ayer comenzaron a pasar parte de los 800 camiones que habían quedado varados en Uspallata.
Alrededor de las 18 ya lo habían hecho unos 550 vehículos y, aunque se esperaba que pasara la mayoría, algunos quedaron allí ya que sus conductores habían regresado a sus hogares o a buscar alojamiento en la ciudad o incluso en la provincia de San Juan.
Pese a que el horario estipulado este verano para el paso hacia el país vecino es hasta las 18, ayer "se dispuso una hora más para que hoy no haya tantos camiones en tránsito ya que hay otros 800 esperando entre la Ciudad y Luján", detalló el jefe del Escuadrón 27 de Gendarmería en Uspallata, comandante segundo Carlos Rosa.
Una de las dificultades que se presentaron devino de la falta de recurso humano chileno para atender tanta demanda ya que la habilitación se produjo antes de lo esperado. Según explicó el gendarme, en Libertadores estaban con una guardia mínima de cuatro personas, pero con el transcurso de las horas llegaron refuerzos. Así se logró una frecuencia de unos 60 camiones por hora.
Esperan que a partir de hoy y si las condiciones del clima acompañan, quede normalizada la situación ya que del lado chileno no hay complicaciones salvo por las obras en los Caracoles que se están realizando desde el comienzo de la temporada lo que dejó restringido el horario de paso.
De acuerdo a lo establecido, quienes se dirijan desde Argentina a Chile podrán hacerlo entre las 8 y las 19, mientras que quienes lo hagan en el sentido inverso tendrán habilitado el paso entre las 20 y las 7.
Circular con precaución
Las diferentes instancias que actuaron para resolver las complicaciones provocadas por los deslizamientos históricos aconsejaron que, si bien se habilita el paso, la circulación debe hacerse con precaución.
"Cuando pasa la máquina limpiando queda ripio sobre la ruta y hay lugares donde la carpeta asfáltica se ha roto y ha debido rellenarse", explicó Luis Fernández, de Vialidad nacional. Señaló además que si bien la vía está en condiciones de ser transitada, aún restan trabajos por hacer aunque no se ha evaluado los daños porque no se ha realizado un recorrido completo.
La limpieza de las alcantarillas es una de las labores fundamentales que se realizarán próximamente ya que son las que permiten el desagüe en caso de tormentas y deben estar en condiciones.
El ministro de Trabajo, Justicia y Gobierno, Félix González, quien también advirtió a los conductores, detalló un caso particular: "Se había hecho un socavón de ocho metros de profundidad que se rellenó con rocas y tierra encima".
Respondió además (a quienes piden que se realicen obras para evitar situaciones similares, las cuales desestimó porque "ninguno de los que trabaja en la montaña recuerda un fenómeno de semejante magnitud), que había aludes de ocho metros de altura y laderas de cerros completas que se habían deslizado; no hay obra que pueda contenerlo. De hacerse algún muro, se lo llevaría".
Mejoras necesarias
El funcionario destacó que se logró la apertura del cruce internacional antes de tiempo gracias a que se pudo trabajar rápido, bien y con mucha dotación de equipos y gente. Sin embargo, también reconoció que la experiencia permite determinar que hay cosas por mejorar. "Fundamentalmente, el esquema de comunicación en alta montaña con radio y telefonía", para lo cual se está pensando en la colocación de una antena para que en esa zona mejore el sistema Tetra.
Otro de los aspectos que requieren mayor planificación es la disposición de máquinas de Vialidad que permitan una respuesta más eficiente. Al respecto, González dijo que en este caso "estaban todos en Uspallata, por lo que sólo se podía atacar el alud de un solo lado. Punta de Vacas y Polvaredas también deben acopiar equipos".
Se estima que el operativo directo requirió alrededor de dos millones de pesos a lo cual hay que agregar algunos gastos adicionales.