Cuando el lunes al anochecer se encendieron las luminarias de los 150 lotes del futuro barrio Alta Mendoza (El Challao), junto a esas lámparas se volvió a encender la ilusión y la esperanza de los 92 socios. E
s que muchos de ellos hace 40 años que están pagando sus cuotas para concretar la urbanización del lugar -en algunos casos, han tomado la posta los hijos o nietos de los dueños originales- y durante las últimas dos décadas una serie de irregularidades los había alejado del sueño del barrio y la casa propia.
No obstante, a principios de año cambiaron las autoridades de la cooperativa y pusieron en marcha la segunda etapa de la urbanización. Ya se pagó 50% de la mano de obra para la instalación eléctrica, se ha avanzado en la red de gas y, además, organizaron la parte administrativa.
“Nos metimos en la cooperativa al principio y siempre tuvimos la esperanza, con mi esposo, de tener nuestra casa. Él murió hace 5 años, esperando y con toda la ilusión todavía. Es algo por lo que hemos luchado y que nos corresponde, el sueño de toda mi vida. Por eso la emoción anoche, y ahora”, destacó durante la mañana de ayer Alicia (64), con la voz entrecortada y ahogada por sofocones mientras las lágrimas caían de sus ojos.
“Con honestidad y esfuerzo se puede construir. En este momento, en que todo está tan caído, ver que con el cooperativismo y la transparencia se pueden lograr cosas es algo muy esperanzador”, destacó a su turno la presidenta de la cooperativa, Liliana Videla. Ella también ingresó al emprendimiento y su sueño era que su madre pudiera conocer la casa en El Challao. Pero, al igual que el esposo de Alicia, murió sin poder concretarlo.
Según destacó la presidenta, mantienen la esperanza de continuar con todos los procesos e iniciar la construcción de las viviendas en el lugar a fin de año, ya con la segunda parte de la urbanización desarrollada y normalizada.
Esperanzados
Con 64 años, Alicia está a menos de un año de jubilarse. Es enfermera y trabaja en el hospital Lagomaggiore. Vive en Las Heras, en un departamento interno que compró años después de casarse, cuando cayó en la cuenta de que el “dentro de un año” que le habían prometido como plazo para mudarse al terreno que había adquirido en El Challao, eran “pamplinas”. De hecho, pasaron cuatro décadas, sigue pagando su cuota y todavía vive en el mencionado departamento.
“Nos pusimos de novios con quien después fue mi marido hace 40 años y nos metimos en el barrio. Como íbamos a estar sólo un año esperando, nos quedamos en lo de mi mamá. Pero pasaron 2 y 3, por lo que decidimos comprar un departamento”, contó la mujer, que el lunes por la noche participó del emotivo acto.
“Mi marido me decía que dejáramos de pagar, pero en un momento vimos que parecía acomodarse todo y compramos una segunda carpeta. Fueron muchos años de no saber qué iba a pasar con nuestros terrenos. Ahora estamos muy esperanzados”, contó la mujer, quien resaltó que uno de los operarios que trabajó en la instalación de la luz le dijo que con toda la plata que había gastado hasta el momento ya podría tener su casa. “El atrás ya fue y no se recupera. Ahora hay que mirar adelante”, sintetizó entusiasmada.
A las 19.30 del lunes, el casi centenar de socios se dio cita en el terreno, ubicado a la vera de calle Regalado Olguín (El Challao, Las Heras) y donde los 150 lotes ya están adjudicados. Hasta allí llegaron incluso los bomberos departamentales quienes, con sus sirenas y balizas, dieron un marco aún más llamativo al acto, que emocionó a todos.
“Anoche (por el lunes) cuando vi que se prendía la luz, tuve muchas ganas de llorar. Mi nieta me preguntó si era todo el lugar mío y yo le dije que teníamos dos terrenos ahí, que uno era para ella y el otro para mi otra nieta. Porque yo ya tengo mi casa pero no quiero que a ellas les cueste todo lo que me costó a mí”, siguió Alicia, nuevamente emocionada.
La actual presidenta de la cooperativa asumió el 8 de enero, es licenciada en Trabajo Social y sólo quiere mirar hacia adelante con un único objetivo: que un día el barrio Cooperativa Alta Mendoza sea una realidad.
“Las luces encendidas de anoche (por el lunes) marcan el inicio de la esperanza; son el camino de los vecinos para llegar a su posesión. Apostamos a los principios cooperativos y esto se ha logrado desde la unión, la honestidad y el ejercicio democrático”, indicó Videla, quien resaltó que el compromiso y la participación fueron fundamentales para salir adelante.
“Yo entré en 2010 a la cooperativa y empecé a pagar. Compré un lote y llevaba a mi mamá para ver dónde plantaríamos los arbolitos frutales que ella había cultivado. Murió el 29 de julio del año pasado, al mes de haber cumplido 80 y no pudo ver el barrio. Por ella es que yo decidí seguir y hoy estoy acá”, destacó la mujer emocionada, mientras miraba el portarretratos con su fotografía en el escritorio de la oficina de Alta Mendoza.
La cooperativa fue creada hace 40 años y hace dos décadas los dueños de los lotes están pagando la segunda parte de la urbanización. Sin embargo, los vecinos denunciaron en octubre del año pasado -episodio que fue difundido por Los Andes- una serie de irregularidades en la época del ex presidente de la cooperativa.
En aquellos momentos, los dueños de los lotes -los mismos que esta semana celebraron en El Challao- denunciaron que habían pagado los terrenos y que nunca recibieron la posesión de los mismos ni la escritura.