La Argentina podría entonar simbólicamente el tango “Volver” junto al Himno Nacional, cuando después de 22 años vuelva a competir por los puntos, en los Estados Unidos, luego del Mundial ‘94 amargamente recordado como el del “doping de Diego Maradona”.
Esta Copa América llevó otra vez a ese país a la Albiceleste y también a los recuerdos de una historia que empezó como un cuento de hadas y finalizó sin magia, y con una mácula que ningún tiempo borrará de las páginas negras de los mundiales.
Y el ‘10’, para bien y para mal, forma parte de este acto de la memoria que vincula en una elipse de más de dos décadas a Maradona con su sucesor Messi, que aterrizó en la costa oeste estadounidense con el cuerpo y el alma maltrechas, como también le había sucedido a Diego en la previa de aquella Copa del Mundo, la que marcó su despedida de la Selección que tanto amó y por la que dio todo, como hoy lo hace Leo.
Los problemas de Maradona con la droga habían afectado su físico, por lo que debió hacer un severo régimen de entrenamiento y recuperación para llegar en forma, al repechaje con Australia para el que fue convocado por Alfio Basile y después a la cita estadounidense.
Los inconvenientes con los que ahora llegó Messi a este torneo de los 100 años de la Conmebol también tienen una matriz dual, ya que su cuerpo está averiado por un traumatismo en la parrilla intercostal izquierda y su espíritu debilitado por una acusación en Barcelona de evasión impositiva que además complica a su padre.
Para Maradona todo fue color de rosa en el inicio de aquel Mundial. Brilló en el primer duelo del Grupo D, el mismo que ahora le tocó a Argentina en esta Copa, con golazo (el tercero) en el 4-0 a Grecia. Y después se lució en el segundo juego, ante Nigeria, con una asistencia a Caniggia para el 2-1. Al rato, el principio del fin.
A ese Maradona exultante y feliz se le acercó al término del match un ángel negro vestido de blanco, encarnado en la enfermera californiana Sue Carpenter, quien lo tomó del brazo y se lo llevó al control antidóping. Diego ignoraba que caminaba hacia su propio infierno.
En el partido siguiente con Bulgaria, en Dallas, ya no estuvo porque de ese control dio positivo por ingesta de efedrina y otros derivados que lo dejaron fuera del Mundial.
La zona D fue para Nigeria, segundo quedó Bulgaria que en el tercer juego se impuso 2-0 a la Albiceleste, la cual pasó como mejor tercero a los octavos de final, instancia en la que, psicológicamente afectada por el tema Maradona, cayó 3-2 con Rumania y chau Mundial.
Argentina fue 10ma, su capitán, reconocido como el mejor del planeta, estigmatizado de por vida, y hoy, aunque no se trata de un Mundial, su heredero en el trono, en la utilización del ‘10’ y en el lucimiento de la capitanía, va por la redención en el mismo escenario de aquella vez.
Segundo "No" de la Juve a Dybala
Un nuevo no. El segundo y ¿definitivo? Así parece. Juventus volvió a contestar de manera negativa la petición de la AFA para que permitan a Paulo Dybala integrar la nómina de 22 futbolistas (18 del plantel y cuatro sustitutos) para los Juegos Olímpicos de Río de Janeiro que comenzarán en agosto. ¿Y ahora? Todo indica que esta vez es definitivo y que el goleador cordobés no estará en Brasil.
Después del primer “no”, hubo otra gestión con Daniel Angelici, presidente de Boca, como intermediario y quien quedó con buena relación con sus pares italianos por la transacción de Carlos Tevez, que incluyó juveniles de Boca. Por eso, intentó acercar las partes. Pero la postura de la Juve se mantuvo inflexible.
