Este año y como una de los últimas gestiones del gobierno encabezado por el doctor Francisco Pérez, será licitado un nuevo sistema de transporte de pasajeros de Mendoza. Las propuestas sobre las que se ha trabajado han tenido amplio tratamiento en foros de más de un año de realización, con la participación de especialistas universitarios, del Ministerio de Transporte provincial y con una amplia intervención de los usuarios. Sin colectivos andando, toda la actividad económica privada y oficial se para o se coarta, como ha quedado demostrado durante los últimos paros del sector.
Habrá modificaciones para transportados y adjudicatarios; nuevos recorridos y una diferente modalidad de pago a través de la tarjeta SUBE (Sistema Único de Boleto Electrónico).
Los datos aportados por el actual mecanismo de pago (la Redbus, realidad a setiembre de 2014) permitieron establecer que en el Gran Mendoza el sistema transporta a 17 millones de pasajeros por mes, 40% de los cuales posee abono (escolar, personal) y que los micros recorren 6 millones de kilómetros mensuales y que entre todos recaudan, aproximadamente, unos 40 millones de pesos mensuales.
ambién se determinó que la mayoría de los grupos privados sostuvieron o incrementaron la cantidad de usuarios, mientras que los administrados por el gobierno -trole y Grupo 11 T-Pedro Molina- tuvieron una baja significativa, salvo el Metrotranvía, que aumentó el número de pasajeros desde que comenzó a funcionar.
Entre las variaciones propuestas por la actual administración figura unir recorridos que vienen de distintas zonas y confluyen en el mismo punto para evitar que se superpongan. De esa forma, se estima que podrán ser eliminadas unas 20.000 pasadas de colectivos por la ciudad de Mendoza, sin afectar las frecuencias. Es una realidad que habrá que comprobar en la realidad cotidiana, de manera determinada por quienes viajan en colectivo. La intención es que haya recorridos más “largos” y que, en una misma pasada, unan más kilómetros.
En algunos puntos del Oeste de Godoy Cruz se dispone de 100 frecuencias por día que entran al microcentro, altamente congestionado y trabado por la circulación de miles de vehículos particulares. Desde Las Heras, ingresa otro caudal de unidades similar con otras 100 pasadas diarias y que circulan por las mismas calles que el anterior itinerario. Los expertos en planificación de la cartera de Transporte sostienen que al “coser” esos recorridos, el centenar de frecuencias que vienen de Las Heras pasarán a Godoy Cruz y los pasajeros seguirán disponiendo de las mismas opciones de tiempo de traslado y espera de las unidades. Como dijimos, la práctica dirá el acierto o no de esta medida.
El narrado es uno de los tantos inconvenientes que se pretenden eliminar para mejorar la prestación general.
Por suerte y aseverado por especialistas universitarios en la materia, como el titular de la cátedra de Transporte de la Facultad de Ingeniería de la UNCuyo, Pablo Cruz, la transportación pública “no está tan mal” en Mendoza. El parque automotor, sin ser el más moderno, no se aprecia obsoleto como ocurría en el pasado. Hay coches muy bien carrozados y se está haciendo familiar entre el público la circulación de vehículos articulados, con gran capacidad de transportación, aunque con un porte que se contrapone con la realidad de arterias no tan anchas y, en determinados momentos, abarrotadas de automóviles, de manera preponderante en los horarios pico del mediodía y al terminar la tarde.
Entonces, y como el tema es de extenso tratamiento, lo que espera el usuario del transporte público es que se acierte en las modificaciones planteadas, viajar mejor y más confortablemente, y que se destrabe lo más posible una ciudad capital que exhibe características modernas, con deficiencias ambientales y de conexión en el sistema de traslado de pasajeros.
Hay indicios de que ahora no ganará la emergencia y que se dará un salto cualitativo en un capítulo trascendente de la vida diaria mendocina.
