Pese a que los incidentes de tránsito siguen siendo en el país un grave problema que no muestra síntomas de mejora, en Mendoza hay una pequeña y sostenida tendencia a la disminución en la cantidad de fallecidos, aunque no suficiente como para que el tema deje de ser una preocupación.
Este año, se ha apreciado una reducción en la cantidad de fallecidos en el lugar del hecho, que es lo que contabiliza el Ministerio de Seguridad. Hasta el 31 de octubre murieron en esas circunstancias 117 personas, hasta esa fecha habían sido 126 el año pasado, 130 en 2014 y 133 en 2013.
Aunque no hay opiniones unificadas al respecto hay quienes aprecian que los choques son menos pero que son más violentos y que la reducción en el número de fallecidos se debe a que hay menos implicados. Lo que perciben es que hay menos choques con víctimas múltiples y que suele ser más común que en el vehículo vaya sólo el conductor o pocas personas.
Esto se pone de manifiesto si se considera que hubo 104 siniestros con muertos, 95 de los cuales tuvieron por saldo un solo fallecido.
Si bien cualquiera puede ser víctima de un incidente vial hay segmentos a los que pertenece la mayoría de las víctimas. Como años anteriores, los números de 2016 vuelven a expresar que se trata de varones jóvenes. Hasta el 31 de octubre la mayoría de los fallecidos tenían entre 19 y 25 años (23 personas), seguido de quienes tenían entre 26 y 35 años (18), que conforman en conjunto el segmento más vulnerable.
Por otra parte, 91 de los 117 fallecidos eran varones, la mayoría de los casos ocurrieron en horario nocturno (67), mayormente entre las 20 y las 0 y entre las 4 y las 8 de la mañana.
Desde Seguridad Vial destacaron que hay que tener en cuenta que entre los 18 y los 35 años se ubica el segmento en el que más licencias se otorgan, pero que los jóvenes de 18 no tienen experiencia ni formación.
Más fallecidos después
Quienes trabajan en seguridad vial aprecian que si bien no hay demasiados cambios en cuanto al número de afectados, los últimos años se han ido modificando las condiciones. Una especialista dijo que lo que se aprecia es un aumento en la cantidad de personas que fallecen tiempo después del hecho, la mayoría dentro de las 48 horas.
Hasta hace unos 8 ó 9 años la proporción era 70% de fallecidos en el lugar y 30% con posterioridad. Esto se ha modificado para tomar mayor relevancia lo segundo: actualmente 49% fallece en el lugar y 51% después.
La lectura que puede hacerse es sólo una hipótesis ya que no hay datos suficientes como para tener certezas. En este marco puede interpretarse que los incidentes son menos violentos, con menos personas implicadas o que la asistencia sanitaria que se recibe en el momento por los emergentólogos es más expeditiva y de mejor calidad.
En el gobierno no hay aun detalles finos sobre el tema ya que no se relevaban pero se trabaja en ello. Tal situación puede hacer suponer un traslado del momento de la muerte con lo cual no habría una disminución real de fallecidos por esta causa. Sin embargo, faltan varios días para que termine el año y según señaló el director de Seguridad Vial, comisario general (R) Oscar Hómola, en la época estival aumentan los sucesos de este tipo.
Según detalló cuando llega el calor la gente aprovecha para salir más y el aumento del tránsito impacta en la cantidad de choques. El fin de año es además tiempo de reuniones a lo que hay que sumar las fiestas. Abundan de todo tipo: de empresas, bodas, egresados y extienden la actividad recreativa que suele concentrarse el fin de semana al resto de los días hábiles, lo cual señaló ya están apreciando desde los miércoles.
Alcohol y alta velocidad
La organización nacional Luchemos por la Vida manifestó su preocupación por la dificultad para revertir la problemática. Para la entidad el panorama nacional no ha cambiado respecto de los años anteriores, lo que expresa que pese a ser un tema recurrente las políticas y estrategias aplicadas no están siendo efectivas.
“En la Argentina, a diferencia de otros países, esta cifra no desciende. En los últimos 20 años, más de 150.000 personas han muerto por esta causa y millones han resultado heridas, sufriendo, muchas de ellas, discapacidades permanentes. Y no se cuentan los millones de familiares y seres queridos de las víctimas, que son muchísimos más. Ninguna guerra, ni catástrofe o desastre natural ha producido semejante tragedia en nuestro país”, señaló en un comunicado.
Allí se expresa qué aspectos deberían mejorarse y tenerse en cuenta para disminuir los accidentes de tránsito y sus víctimas.
Su presidente, José Silveira, explicó a Los Andes que tales conclusiones obedecen a lo que se aprecia en países donde se han logrado mejoras en este plano.
Señaló como principales responsables el consumo de alcohol y de sustancias que en un incidente vial suelen darse en combinación con una tercera variable: la alta velocidad.
Pese a las campañas de concientización, esto “sigue siendo muy común porque no hay controles y sanciones permanentes (...) que son la única forma de controlar”, consideró y subrayó que que “no hay una política de control permanente” y que muchas acciones tienen una intención más bien exhibicionista.
Señaló que la licencia por puntos no se aplica adecuadamente ya que el sistema perfecciona las sanciones, pero como estas no existen no se quitan los puntos.
La educación es un tema fundamental y la principal herramienta en términos de aprender a usar el espacio público dijo el comisario (R) Oscar Hómola. Sin embargo, desde su punto de vista los padres no suelen ocuparse de este aspecto y en las escuelas el tema aparece esporádicamente, como transversal y sin profundizar año a año los contenidos.