Hace pocos días, esta rotonda fue noticia por una propuesta de un senador para llamarla “Fiscal Alberto Nisman”. Algunos vecinos podrían pensar que lo que se construye ahí es una estatua de él, pero bien distinto es el panorama.
Según anunció la Dirección de Vialidad de la Provincia, esta semana comenzó la reconstrucción de las calles que rodean la rotonda de Peltier y España. El costo proyectado de la obra es de $ 5.600.000 y se estima un plazo total para finalizarla de 30 días, lo que implicará que los conductores que pasan por el Centro Cívico se armen de paciencia, ya que el tránsito en la zona está cortado.
“Se trata de la reposición de losas de hormigón”, explicó a Los Andes el ingeniero José Castillo, uno de los encargados de la obra. Para ello se han cortado los accesos que dan a la rotonda y puede observarse maquinaria especial en el lugar.
El problema es que los cortes afectan la circulación también en calles San Martín, La Pampa, Santa Cruz, 9 de Julio y Virgen del Carmen de Cuyo. La recomendación es andar con precaución y, ante la duda, consultar con los inspectores de tránsito presentes.
Recordemos que también está en obra, a solo dos cuadras, la calle San Lorenzo, por lo que los atolladeros se ven a toda hora.
Postales del pavimento
Una de las imágenes al pasar por allí es ésta: un conductor que quiere doblar se encuentra con un inspector vial, baja la ventanilla y recibe indicaciones sobre cómo seguir. A los pocos segundos, otro auto repite la escena.
“Algunos se lo toman a bien, otros a mal. Pero bueno, entienden que están arreglando la calle”, comentó el inspector de tránsito Ignacio Guevara Civit. Él da indicaciones en calle 9 de Julio y Peltier, mientras otro lo hace en San Martín y Peltier (el paso al oeste también está cortado).
Referido a esa última esquina, el vendedor ambulante Maximiliano Mendes contó que ahí es donde más autos intentan pasar. Ocurre que algunos de quienes van por San Martín en dirección norte no ven la valla a tiempo antes de doblar. “Ahí se arma un lío tremendo con el tráfico porque intentan volver y hacen toda una U”, describió Mendes.
Otra postal son los ciclistas y motociclistas que se suben a la vereda, maniobran esquivando acequias y llegan hasta una sección alfaltada. Ellos pueden hacerlo, no como un auto que el jueves pasó y terminó encajado en un pozo sin pavimento.
Los “trapitos” son otra historia. Según contó el ingeniero Castillo, aprovechan la obra para hacer estacionar más vehículos en la cortada calle España. “Los que bajan en auto se confunden. Pero te aseguro que juntás mi sueldo con el tuyo y aún así ellos ganan más”, bromeó.
