Al menos 39 personas murieron y otras 7 desaparecieron en corrimientos de tierras provocados ayer por lluvias torrenciales en la ciudad japonesa de Hiroshima. Las consecuencias de esta tragedia se agravan con el transcurso de las horas. Un balance anterior hablaba de 36 muertos heridos y 7 desaparecidos.
“Son unas lluvias insólitas y un desastre de gran magnitud. Además, existe riesgo de más precipitaciones. “He dado la orden de reforzar las operaciones de socorro y para ello se enviarán varios centenares de soldados de las fuerzas de autodefensa”, dijo el primer ministro Shinzo Abe.