La directora del Programa Internacional para la Erradicación del Trabajo Infantil (IPEC) de la Organización Internacional del Trabajo (OIT), Constance Thomas, aseguró que unos 215 millones de niños en el mundo “están actualmente involucrados en el trabajo infantil”.
Thomas sostuvo que ese trabajo “es peligroso, arriesgado y nocivo para la salud y su vida futura” y añadió que los menores deberían tener “la posibilidad de vivir una infancia verdadera jugando, aprendiendo en la escuela y soñando un porvenir más prometedor”.
Unos 115 millones de niños cumplen las peores formas de trabajo, con prácticas análogas a la esclavitud, la servidumbre por deudas, la oferta para la prostitución, la realización de actividades ilícitas y el empleo perjudicial para la salud, la seguridad o la moral de los menores.