Trabajo digno, salario justo - Por Lucas Alan Galla

Trabajo digno, salario justo - Por Lucas Alan Galla
Trabajo digno, salario justo - Por Lucas Alan Galla

El hombre para poder vivir dignamente necesita satisfacer sus necesidades básicas mediante el consumo de bienes necesarios para su subsistir y el consumo de bienes deseados para su desarrollo personal y espiritual. Para poder consumir dichos bienes es necesario producirlos y de la relación entre producción y consumo surge la necesidad del trabajo.

El trabajo en una definición estrictamente económica y financiera, posee una doble función. Financieramente hablando es la fuente o es el medio por el cual cualquier persona obtiene dinero/riquezas para poder consumir los bienes necesarios y deseados. Y desde la economía política es un factor de la producción que contribuye a la generación de la renta nacional de un país produciendo bienes y servicios, como así también generando y aportando a las ganancias del capital y al logro del salario del trabajador.

Resumiendo, el trabajo es la manera de generar dinero para satisfacer las necesidades básicas y aportar a la producción.

Naturalmente el trabajo posee una realidad necesaria: el hombre no puede ni debe vivir sin trabajar, ya que éste es el medio para subsistir y desarrollarse- A la vez contribuye al desarrollo de su familia y con esta al desarrollo pleno de la sociedad.

De lo anterior surgen dos dimensiones del trabajo:

1. Dimensión Personal. El trabajo es contrario a la teoría mercantilista que lo considera una mercancía que se compra o  vende, donde el valor solo lo determina la oferta y la demanda. Es una expresión plena del hombre, donde vuelca todo su ser, su esfuerzo, su ingenio, su creatividad y su moral, para hacer de su oficio no sólo una producción eficiente y eficaz, sino también un trabajo honroso, leal y noble.

2. Dimensión Social. Aquí no solo vemos la calidad profesional e individual de la persona, sino que también vemos su dimensión social, expresada a través de la solidaridad, ya que con el trabajo el hombre no solo se mantiene a sí mismo, sino que, además, mantiene a su familia. La realidad social del trabajo y por añadidura del salario es importante, ya que los dos en conjunto contribuyen al desarrollo y sostén de las familias y así dicho equilibrio y crecimiento se transfiere naturalmente al nivel municipal, regional y nacional.

Salario

El salario nace por añadidura de la realidad natural que comprende el Trabajo. El salario es la retribución justa que posee el trabajador por la producción de bienes y servicios. Este sirve al desarrollo digno de la persona juntamente con el trabajo. El salario posee dos dimensiones:

1. Personal. Tiene en cuenta la productividad del trabajador, esta aumentará si el trabajador produce más. Además contempla la realidad personal del hombre para que pueda consumir lo necesario para él y su familia.

2. Social. El individuo contribuye a la prosperidad y crecimiento nacional como agente de producción de bienes. Al contribuir a la renta nacional, dicha renta debe asegurar una justa redistribución para el sector asalariado.

El salario desde su naturaleza, desde la técnica y financieramente, posee tres elementos:

• Satisfacción de las necesidades básicas: una parte del salario está destinada a la adquisición de las necesidades básicas para vivir y para el consumo de bienes deseados para el desarrollo espiritual y personal.

• Seguridad Social: es la parte del salario diferida destinada para un uso futuro, ya sea para el retiro jubilatorio o para solventar cualquier situación contingente por enfermedad, invalidez, accidente, etc.

• Ahorro: es la parte del salario excedente y no consumido que se resguarda para la adquisición de bienes no necesarios sino de capital, que son los que posibilitan el progreso de las personas y las familias. Se puede ahorrar invirtiendo en el sistema financiero produciendo intereses que se traducirán en mayor dinero, también se puede ahorrar para la casa propia, proyectos personales, etc. El ahorro aparte de ser un benefactor para el desarrollo de la persona y la familia, también contribuye al incremento del capital nacional, ya sea desde el sistema financiero, desde la producción o del consumo equilibrado.

Salario justo

El salario para que sea justo debe contemplar tres realidades:

a. Situación del trabajador: debe sí o sí, mínimamente, satisfacer las necesidades básicas del hombre, es decir su alimento, su vestimenta, su techo, su educación, su salud y su sanidad. Debe servir a la dignidad de la persona y la familia, satisfaciendo las necesidades básicas. Más justo va a ser si a la vez contribuye a su desarrollo personal y espiritual, a su seguridad social y a su libertad financiera.

b. Situación de la empresa: la seguridad del salario debe adecuarse a las necesidades de la empresa. No debe ponerse en riesgo la vitalidad de la empresa por la imposición de un sistema salarial insolvente, ya que el capital, como el trabajo, también participa de la producción y tiene derecho natural de percibir una retribución, por lo tanto el salario no debe atentar contra la vitalidad y desarrollo de la empresa.

c. Situación nacional o del bien común de la sociedad: el sistema salarial nacional presenta una realidad diversificada de acuerdo a las ramas de producción. Varía la situación del sistema salarial en el agro, en la industria como también en el comercio, ya que la producción esencialmente difiere. Pero esto no debe atentar al desequilibrio de la economía política nacional, es decir las necesidades de un sector no pueden atentar contra el bien del todo social.

Conclusión

Se dice por ahí que el trabajo dignifica, si lo hace es porque es digno, y es digno ya que da al hombre la posibilidad de que este pueda satisfacer sus necesidades básicas, indispensables para su dignidad.

El salario justo es producto de un trabajo digno, y va a ser justo siempre que satisfaga las necesidades de la persona, asegure la vitalidad de la empresa y contribuya al sostenimiento equilibrado en el tiempo de la economía nacional.

El hombre junto con su familia va a vivir con dignidad siempre que pueda satisfacer y solventar su alimento, su vestimenta, su techo, su salud, su sanidad, su educación; pueda tener agua potable, luz eléctrica y cloacas. De lo contrario va a ver afectada su sanidad, su subsistir y su desarrollo, y si esto ocurre cae en la indigencia, es decir en una vida indigna e inhumana.

En una realidad como la nuestra donde hay un 7% de indigencia y un 32% de pobreza es importante plantear políticas y soluciones que respondan a la dignidad de la persona, y que generen pleno empleo con salarios justos.

Las familias tienen derecho a vivir humanamente y esto solo se logra con trabajo digno y salario justo.

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