Maxi Salgado - Editor de Más Deportes - msalgado@losandes.com.ar
La nena de 12 años llegó al club entusiasmada para poder anotarse en un deporte. Lamentablemente se dio con una pared cuando la profesora le dijo: “el cupo está completo y ya hay varias chicas a las que también les hemos dicho que no”...
La situación que se produjo -esta semana-, en la Universidad Nacional de Cuyo, pero que se repite en diferentes entidades de la provincia, no hace más que graficar la situación que atraviesa el deporte mendocino.
Parece más grave en la Universidad Nacional de Cuyo, dónde uno tiene la idea de que hay una política de inclusión y principalmente porque es una institución que cuenta con la infraestructura para tener un crecimiento insospechado. Nos preguntamos, constantemente, por qué Mendoza tiene tan pocos chicos federados, alrededor de 30.000 cuando Córdoba tiene 150.000 y hay provincias como las del Litoral que también nos superan.
El caso de esta niña de 12 años, que igual consiguió un lugar en un gimnasio Municipal y estará practicando balonmano como era su deseo, es una de “alertas”. Una mayoría de los dirigentes mendocinos están en una inacción que resulta alarmante. Se piensa en lo competitivo por sobre lo recreativo que termina siendo la gran base de la pirámide.
Desde la Confederación Mendocina de Deportes (Comede) se viene advirtiendo esto desde hace bastante tiempo. El Plan Estratégico que se diseñó hace varios años, apuntaba, fundamentalmente, a tener una política en todos los estratos del deporte: lo inicial, lo competitivo y el alto rendimiento.
Cuando los flashes del éxito obnubilan, la estructura comienza a debilitarse, eso es inexorable.
Si desde la dirigencia no hay una visión periférica, de nada servirá lo que se puede hacer desde el Estado para sustentar una población que haga deportes y sea saludable. Porque, no me voy a cansar de repetirlo, el deporte es salud y también educación.
Hay que ponerse a trabajar. Esa es la única solución.
Hay clubes que no cobran los subsidios que se le otorgan desde la Subsecretaría de Deportes, algunos vía municipio, simplemente porque no cumplen con los requisitos necesarios para ello. “Están flojos de papeles”, se diría en la jerga callejera.
Esto ha obligado a que se haya creado una oficina dedicada a ello. Una repartición que los ayuda a ponerse al día. A ordenarse. Porque muchos arrastran anomalías históricas. “Sería más fácil licitar la obra y que nosotros o el municipio la administre, pero así nunca vamos a poner las cosas en reglas”, contaba el Subsecretario de Deportes de la provincia, Federico Chiapetta con bastante razón.
Con buen tino, desde la provincia se está trabajando para ayudar a aquellas instituciones con menos recursos, muchas veces barriales, para que consigan una infraestructura adecuada y este año ya se han entregado por ese concepto casi 13 millones de pesos.
A esto hay que sumarle que se han dado 300.000 pesos a los municipios para deporte social y escuelas de formación. Cuando los esfuerzos se ponen en la captación de talentos o simplemente de ciudadanos que quieren dedicarse a la actividad física, no se debería dejar a nadie afuera de ello.
Si dirigentes, Confederación y Subsecretaría de Deportes se ponen a trabajar en conjunto, el deporte crece. Pasó con los Juegos Evita y los Juegos Binacionales, donde hubo grandes resultados y eso se debió a que hubo captación de talentos, desarrollo de la actividad y también dirigentes comprometidos.
En ese compromiso además habría que mencionar que hoy las instalaciones del campo de deportes que está en el Malvinas Argentinas (canchas de hockey sobre césped, tenis, velódromo y pista de atletismo), se le han dado a las respectivas federaciones para que puedan darle un lugar de entrenamiento a sus deportistas y, salvo, la cancha de hockey, las demás no se utilizan con la asiduidad que se esperaba. Es más, el tenis casi que no está usando las canchas.
Algunas versiones aseguran que es por que las canchas no están en buenas condiciones. Hay que recordar que las mismas son de cemento.
Se viene también la inauguración del estadio cerrado y allí habrá un lugar importante para el desarrollo de las actividades que se juegan bajo techo.
Vayamos abriendo el paraguas, para que el mismo no se convierta en un elefante blanco rápidamente. Hay que recordar que el estadio Malvinas Argentinas estuvo mucho tiempo sin usarse y requiriendo un mantenimiento que, hoy, a la provincia le representa 18 millones de pesos.
Hoy, sólo Godoy Cruz aporta un alquiler que no supera los 150.000 pesos mensuales.
Que el objetivo sea el crecimiento del deporte. Que los chicos que quieran practicar actividades deportivas no se queden afuera y que Mendoza se convierta en un polo de desarrollo deportivo. Que todo dejé de ser un sueño y se convierta en una realidad.
