Trabajan para darle servicios e igualdad a mujeres rurales

Especialistas de la comuna se reúnen con ellas periódicamente y elaboran un diagnóstico para mejorar la situación. Mañana es el día internacional de las trabajadoras del campo.

Trabajan para darle servicios e igualdad a mujeres rurales

El acceso a la atención primaria de la salud, la terminalidad educativa, la regularización de sus trabajos y la igualdad de salarios en comparación con los hombres que trabajan en el campo son solo algunas de las consignas por las que, día a día, las mujeres rurales de Mendoza y de todo el país luchan e insisten exigiendo la reivindicación de sus derechos.

Mañana se celebra el Día internacional de las Mujeres Rurales y en Maipú -uno de los departamentos con mayor cantidad de trabajadoras de campo- se empezó a trabajar desde hace 2 meses con visitas y reuniones en las que especialistas acercan a las mujeres herramientas e información para asistirlas y aproximarlas cada vez más a las metas ya enumeradas.

"Estamos desde agosto con pequeños encuentros con mujeres de Rodeo del Medio, Fray Luis Beltrán, Pedregal y Ruta 31 (sólo por mencionar algunos distritos maipucinos) y la intención es hacer acercamientos para poder escucharlas y, juntas, construir un diagnóstico sobre la situación de las mujeres rurales de Maipú", indicó la coordinadora del área Mujer de la comuna, Patricia Ríos.

"Es bastante difícil ser mujer y trabajar en el campo. Porque estamos en negro -aunque eso es algo que les pasa a los hombres también-. Porque vemos que no se nos paga lo mismo que al hombre y estaría bueno que sea equitativo. Tenemos una hora de descanso y tenemos que salir corriendo a la casa a hacer la comida, ocuparnos de los chicos y volver a trabajar", indicó por su parte Isabel (43), quien vive y trabaja en una finca ubicada en la zona de Ruta 31 .

"Hace 9 años estoy trabajando en donde estoy ahora, pero antes estaba en Colonia Bombal. Soy hija de chacareros, así que imagináte que he estado toda la vida trabajando acá. Pero al menos he visto que han cambiado varias cosas, que ahora llega más la información hacia nosotras, especialmente en lo que se refiere a violencia de género. Pero eso no quita que quede mucho por hacer", sintetizó la maipucina.

Un día en la vida de Isabel puede tornarse interminable, especialmente en época de temporada (entre octubre y noviembre). "Trabajo en la cosecha de ajo y vivo en el mismo lugar en el que trabajo. Junto a mí hay unas 20 mujeres más, en la misma situación. Por estos días nos estamos despertando a las 4 y arrancamos con la cosecha hasta las 12. Después tenemos una hora de descanso y retomamos a las 14, para seguir hasta las 21 o las 22", sintetizó la mujer, quien trabaja en la misma finca que su esposo.

Su hora de descanso no es muy tranquila tampoco, ya que en estos 60 minutos tiene que preparar el almuerzo y ocuparse de sus tres hijos. Y fuera de temporada, los días son un poco más aliviados (aunque no demasiado).

"En esa época trabajamos de 8 a 12 y a la tarde estamos hasta las 16", se explayó, aclarando que no está en blanco y que sabe que ese es uno de los temas que más urgente debe resolverse. "La mayoría de nosotras no está en blanco, y la prioridad es que lo estemos. Aunque eso es muy común, no sólo entre las mujeres sino también en los hombres", aclaró, aunque sin dejarse llevar por la resignación.

Poder completar sus estudios es otra prioridad que se ha fijado la mujer. "Hice hasta séptimo grado. Me encantaría poder hacer el secundario también y uno de los pedidos que hemos hecho junto a otras trabajadoras es que se ponga un aula satélite en la zona, para que podamos estudiar", siguió.

"Desde el programa de Mujer rural nos acercan información y hemos aprendido que nuestra vida no pasa sólo por trabajar en una chacra, sino que tenemos la posibilidad de capacitarnos y tener otras salidas laborales. Sería bueno que todas las mujeres rurales sepan que cuentan con estas herramientas y no tengan miedo de acercarse, ya sea a la subsecretaría de Trabajo o a las municipalidades", sostuvo.

Ríos, del área de Mujer de Maipú, indicó que las principales falencias con que se han encontrado en las primeras reuniones con trabajadoras rurales tienen que ver con la falta de acceso a derechos básicos (como es la salud) y a necesidades primarias como agua o medios de comunicación.

"Nuestra prioridad es ir acercando estos servicios a las zonas rurales. Por medio de infraestructura estamos trabajando en el acceso a la educación y a la salud, especialmente ginecológica. La realidad es que muchas mujeres relegan estos temas porque su función se divide en trabajar y ser madre. Y a eso se suma que trabajan a la par del hombre", dijo Ríos.

Y agregó: "Hay realidades con las que nos encontramos. Por ejemplo, es más fácil que se ponga al hombre en blanco que a la mujer. Esto lleva, entonces, a que al hombre que trabaja en el campo se le pague 36 pesos la hora, mientras que a la mujer se le paga sólo 18. Se está peleando por alcanzar esta igualdad, al igual que conseguir la continuidad educativa”.

Ríos señaló: “aún no contamos con una cifra sobre cuántas mujeres rurales hay en Maipú, porque recién estamos comenzando con las visitas. Pero estamos reuniéndonos en los lugares en los que trabajan, estamos generando confianza y la idea es definir acciones en conjunto. Con las escuelas estamos trabajando mucho, ya que ahí dictamos talleres de prevención de violencia en el noviazgo”.

Agricultoras

Según la ONU,  las mujeres rurales son aquellas que dependen en su mayoría de los recursos naturales y la agricultura para subsistir, y representan una cuarta parte del conjunto de la población mundial.

"En los países en desarrollo, las mujeres rurales suponen aproximadamente 43% de la mano de obra agrícola y producen, procesan y preparan gran parte de los alimentos disponibles, por lo que sobre ellas recae la gran responsabilidad de la seguridad alimentaria. Teniendo en cuenta que 76% de la población que vive en la extrema pobreza se encuentra en zonas rurales, garantizar el acceso de las mujeres rurales a recursos agrícolas productivos empodera a las mujeres y contribuye a reducir el hambre y la pobreza en el mundo", sintetiza el organismo mundial.

El primer Día Internacional de las Mujeres Rurales se celebró el 15 de octubre de 2008. La fecha resalta la función y contribución decisivas de la mujer rural (incluida la mujer indígena), en la promoción del desarrollo agrícola y rural, la mejora de la seguridad alimentaria y la erradicación de la pobreza rural.

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