"Vos poné el mate, yo llevo las tortitas", ¿les suena la frase? Es casi un código para reunirse y charlar con los amigos. Si el mate invita a la charla, la tortita incita a la confianza, de esa que se tiene con familiares y amigos. Son un símbolo de nuestra cultura mendocina, parte de nuestra identidad provincial y -también hay que decirlo- culpables de nuestros kilos extras.
Parece demasiada devoción para algo que no lleva más que harina, grasa, agua, sal y levadura, pero es algo más que una comida. Es una parte del ADN regional y está ligada a nuestro costado más sentimental. Nos acompaña en la escuela, en el trabajo y nos calma el hambre entre comidas aunque no sea el entremés ideal, según indican los nutricionistas.
La historia cuenta que nacieron de las sobras de las masas de empanadas y a pesar de haber tenido un origen tan humilde, lograron multiplicarse en sabor y variedad. Raspadas, de chicharrón, de hojas o pinchadas son las que encontramos en cualquier panadería o quiosco de Mendoza.
¿Es el sabor, la textura o el color su atractivo? Nadie lo sabe bien, pero es una de las cosas que más se extraña cuando un mendocino cruza las fronteras provinciales y se enfrenta a la dura realidad de salir a buscarlas y no encontrarlas. Eso le pasó a Facundo Gómez (25), un lasherino que en sus meses de estancia en Alemania las extrañó tanto como a su familia. "Tortitas. Eso sí que no hay acá, y la verdad que hace falta para la mediatarde", se lamentaba Facundo. Incluso en Facebook hay un grupo llamado "Lo que más extraño cuando salgo de Mendoza son las tortitas", que fue armado por mendocinos que viven en el exterior.
Las manos en la masa
Hay un dato curioso con las tortitas: todos las disfrutamos, pero pocos las elaboran en casa. No parece complicado conseguir un 1 kilo de harina, 300 gramos de grasa, 30 gramos de sal, 50 gramos de levadura y medio litro de agua; sin embargo, les tenemos más fe a las culinarias manos de un panadero que a las amateurs propias.
Nuestro escaso espíritu aventurero en la cocina nos lleva no sólo a sostener la industria de los panificados, sino también a hacer patria haciéndole conocer estos nuevos sabores a cuanto extranjero se nos cruce por el camino. En varios sitios web turísticos destacan a las tortitas entre los atractivos de Mendoza, junto al Aconcagua, el parque San Martín y el vino.
Las tortitas, la tentación tiene forma redonda
Sencillas y deliciosas, son parte de nuestra cultura culinaria y de nuestros antojos materos.
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