El origen de su receta se remonta a Argentina alrededor de 1865, cuando una colonia galesa arriba a lo que hoy en día se conoce como el Puerto Madryn. Los inmigrantes buscaban mantener su cultura y tradiciones; estableciéndose en un nuevo país y aprendiendo a cultivar las tierras patagónicas.
La receta pasó de generación en generación entre miembros de la familia, hasta distribuirse a otros países de Latinoamérica.
El secreto de esta receta es prepararla con anticipación, ya que las frutas deben macerarse en licor durante mucho tiempo antes de utilizarla en la torta.
Ingredientes
Para macerar
- 360 gr. de frutas variadas (ciruelas pasas, fruta abrillantada, nueces, almendras, avellanas guindas, higos)
- 125 gr. de pasas de uva
- ½ cucharadita de clavo de olor en polvo
- ½ cucharadita de canela
- ½ cucharadita de nuez moscada
- 1 cucharadita de jengibre fresco rallado
- 1 cucharadita de ralladura de piel de limón
- 1 cucharadita de ralladura de piel de naranja
- Brandy en cantidad necesaria para cubrir la fruta (o ron y cerveza negra por partes iguales)
Para la torta
- 3 tazas de harina (360 gramos)
- Pizca de sal
- 1 cucharada de polvo de hornear
- 125 gramos de azúcar negra
- 125 gramos de azúcar blanca
- 1 cucharada de miel
- 200 gramos de mantequilla a punto pomada
- 6 huevos (separadas claras y yemas)
- 100 gramos de chocolate semi amargo
Pasos
- Macerar la fruta con las especias durante más de 15 días. Hay quienes la maceran hasta por dos meses.
- Colocá la fruta en un frasco de vidrio y cubrí con el brandy holgadamente, a medida que la fruta absorbe el alcohol éste va disminuyendo.
- Batí la mantequilla hasta que esté cremosa.
- Mezclá los azúcares e incorporalos poco a poco al batido.
- Agregá la miel y las yemas siempre batiendo hasta que la preparación quede más clara y espesa.
- Agregá el chocolate entero o en dos trozos en un recipiente.
- Cubrí con agua caliente y dejá en reposo unos segundos.
- Luego, con cuidado, retirá el agua y en el fondo quedará el chocolate disuelto que volcarás sobre los ingredientes de la torta revolviendo lentamente.
- Incorporá poco a poco la harina cernida junto con la sal y el polvo de hornear.
- Intercalá con el jugo que quedó de la maceración.
- Mezclá la fruta con dos cucharadas de harina.
- Por último, batí las claras con una cucharada de azúcar hasta que esté firmes e incorporá la mitad a la preparación revolviéndola bien hasta integrarla.
- La otra mitad se incorpora en forma lenta y envolvente.
- Cerrá la preparación en un molde previamente engrasado y enharinado.
- Llevá al horno a 120ºC para que la torta se hornee lentamente y sin riesgo de quemarse.
- Hay quienes cubren la fruta con partes iguales de ron y cerveza negra o vino tinto dulce y ron o con algún licor. El porcentaje de alcohol que lleva la fruta la conserva naturalmente, pero en muchos casos igualmente colocan el frasco en el refrigerador.
- Si durante la cocción, ves que la superficie de la torta se dora demasiado, cubrí con papel encerado.
- Si tenés dificultades para regular bien la temperatura del horno, dejá una pequeña abertura en la puerta del horno para que parte del calor salga.
- Para saber si está lista, probá introduciendo la punta de un cuchillo en el centro y si no sale nada adherido quiere decir que está en su punto.
- Retirá y dejá enfriar un poco antes de retirarla del molde.
- Espolvoreá con azúcar glass, cacao, rulos de chocolate e incluso algo de fruta y nueces.
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