¿Porqué las mujeres no son jefas?

Los expertos detallan que las principales barreras que impiden a la mujer alcanzar puestos de liderazgo son internas, no impuestas por una organización.

¿Porqué las mujeres no son jefas?
¿Porqué las mujeres no son jefas?

Obstáculos para el ascenso laboral de las mujeres

Las principales barreras que impiden a la mujer alcanzar puestos de liderazgo son internas, no impuestas por una organización. Decisiones como optar por trabajos de medio tiempo para asumir totalmente la crianza de una familia, impactan en el progreso de su carrera, señaló Celia de Anca, Directora del Centro de Diversidad del Instituto de Empresa (IE). En México (de donde es el estudio) el 48% de las mujeres que rechaza un trabajo dice hacerlo porque no le permitirá tener un balance entre vida personal y laboral, según datos de ManpowerGroup. Un análisis a tomar con pinzas.

Qué tener en cuenta para desterrar el aburrimiento en el oficio

Una reciente encuesta mencionó que apenas un 30% de los asalariados están comprometidos con su trabajo y un 20% directamente lo detesta. La desmotivación es la causa de la alta rotación de empleados en algunas empresas. Para luchar contra el tedio, hay algunas máximas útiles: tener un propósito claro más allá de la tarea diaria, ser conscientes de nuestras emociones y gestionarlas de modo efectivo, reírse y divertirse durante la jornada laboral, tener actividades que nos interesen fuera del horario de trabajo y recordar siempre cuáles son los valores y habilidades que te llevaron a tomar esa tarea como parte importante de tu rutina.

Una muy buena vía de salida laboral para salir de la rutina (por Daniela Guzmán, vendedora hace siete años de productos Natura)

“Hoy la venta por catálogo de todos  los productos que una mujer puede ofrecer se ha convertido en una herramienta para todas aquellas personas que tienen hijos u obligaciones diversas, respecto al hogar y a la crianza. Tienen que sortear muchas responsabilidades y horarios y la venta por catálogo les brinda una salida económica bastante efectiva, ya que a la persona no le implica moverse tanto, o estar sujeta a un horario. De hecho la mujer ofrece los productos en los mismos ámbitos en lo que se mueve: con las madres del colegio de los chicos, el grupo de deporte del club, o los de la clase de inglés; por nombrar sólo algunos.

Esto tiene una doble ventaja, tanto para la que vende (va a los contextos en los que se maneja) como para la que compra (ya que son muchas las mujeres que no tienen tiempo para ir de compras). Sumando la posibilidad del pago en cuotas y el contacto y asesoramiento cara a cara.

En mi caso lo tomé como hobby y un plus que me ayuda en casa. Además, era la principal consumidora de los productos y me gustó acercarlos a otras personas para asesorarlas, sumando la filosofía de vida ecológica que supone. Por otro lado son varias las mujeres que conozco, que han logrado sostener su hogar vendiendo objetos diversos: desde make up y sábanas, hasta ollas y joyas. Para aquellas que no pueden trabajar en relación de dependencia es una buena vía laboral, que además ayuda a  la salir de la rutina".

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