El ritual se repetía todos los días. Puntual, a las 6, mientras el despertador alteraba el descanso, el sueño seguía impertérrito en su subconsciente. Al compás de los tenues rayos de sol sobre su ventana, en el horizonte de la vida asomaba una oportunidad que sólo cautiva a los elegidos.
Y él, erguido en su andar de pibe sencillo, de barrio, tímido y de pocas palabras, tomaba su bicicleta con la prestancia de un ciclista profesional para embarcarse en la aventura.
Había que pedalear con prisa y sin pausa esos siete kilómetros que separan al distrito de Andrade (los pagos de Julieta Lagos, la recién electa Reina de la Vendimia 2018) del departamento de Junín, donde dejaba el rodado para luego tomar el micro con destino al Gambarte -en los primeros tiempos- o al predio de Coquimbito, en una época más contemporánea.
Eso sí, no contaba con lo que le sucedió aquel día. “Dejaba la bicicleta en una YPF, la metía en un galponcito sin cadena ni nada. Cuando regresaba de entrenar(me), la bici siempre estaba ahí. Pero un día volví y no estaba más: me la habían robado. Así que no me quedó otra que volverme a mi casa caminando”, cuenta con la frescura de ese niño que se dibuja en el rostro de Leandro Lencinas, una de las nuevas joyas de Godoy Cruz. El extremo zurdo que hoy a las 19 horas ante Arsenal será titular en el lugar que dejó vacante el lesionado Juan Garro.
Su compañero Fabián Henríquez, natural de San Martín, fue el que le tiró un salvavidas y comenzó a pasarlo a buscar en su auto por Junín. Con los primeros pesos que ‘Lenci’ se ganó al cobrar su primer sueldo como profesional, lo inmediato fue comprar otra bicicleta. ¿De mountain bike o de ruta?
“Para nada, una playerita así nomás”, agrega el rivadaviense que el martes pasado cumplió 23 años.
Tras hacer sus primeros pasos en las divisiones menores en el club Fénix de la Liga Rivadaviense de Fútbol, Lencinas arribó a Godoy Cruz hace cuatro años. “Mis hermanos más grandes (Claudio y Noelia) me llevaron a ‘la cantera’. Recuerdo que estaban Andrés Morellato, Alberto Salomón y Félix Durán. Hicieron una prueba y por suerte quedé. Siempre soñé con jugar en Primera y no puedo creer que se me esté dando”, cuenta el mediocampista, cuya principales virtudes son la velocidad y los precisos centros que suelen partir de su pie izquierdo.
Entre Reserva y el Tombita tuvo como entrenadores al ‘Lechuga’ Alaniz, Alberto Salomón, Mauricio Elena y Mauricio Dabove, por citar solo a algunos.
“En un principio jugaba de delantero y de a poco me fueron cambiando de volante por izquierda, que es donde me siento más cómodo. Me gusta mucho esa posición”, aporta el chico que debutó el 2 de febrero pasado en el empate (0-0) de Godoy Cruz ante Patronato en Entre Ríos.
Cada vez que puede, Dabove expresa sus elogios para con Lencinas. De hecho, en el Torneo Vendimia 2017, cuando el actual DT dirigió al equipo ante Maipú y Huracán, Leandro fue titular en ambos juegos. “Está muy bien desde lo físico, y desde lo futbolístico es un extremo con muy buena pegada. Tiene un gran futuro”, suele afirmar el DT.
“Con Dabove y su cuerpo técnico he aprendido mucho. Estoy agradecido”, devuelve la pared y va a buscar la devolución a toda velocidad, su marca registrada en un equipo que emana vértigo por las bandas.