Cachetada en frío, así recibió Olimpo a Godoy Cruz, ya que a los 2' Recalde, desde 32 metros (el balón viajó a 91 km por hora) y con un remate que sorprendió mal parado al Loco Ibáñez, puso el 1-0. Desde el amanecer mismo del partido, el Expreso sabía que tenía que remar. Todo un desafío: dar vuelta el resultado.
Mejor parado, el equipo bahiense hizo prevalecer su juego en la línea de volantes, sector donde cortó los circuitos de creación del Tomba que, si bien intentó crear juego con Ledesma, conectado con Castillón por derecha, o abriendo el espectro ofensivo con Jerez Silva, asociado con Angileri por izquierda, nada bastó para romper con la estructura de Olimpo, que achicó los espacios, se paró de contra y mordió en todos los sectores.
El Tomba, paso a paso, fue creciendo. Abrió el juego por los costados y fueron apareciendo los espacios. El movedizo Castillón apareció en un par de oportunidades para habilitar a Salinas. "Tomá y hacelo", le dijo en dos oportunidades, pero Rodrigo perdonó la vida en dos oportunidades inmejorables.
Pero claro, a un goleador nunca hay que subestimarlo. Mucho menos si se trata de un "9" de raza como el ex Villa San Carlos. En eso, llegó el centro de Insúa, el balón picó en el área y Salinas, a lo Palermo, sentenció al arquero Capogrosso con un lindo cabezazo para poner el 1 a 1. Ese gol fue, ni más ni menos, que la inyección de motivación y garra que Godoy Cruz necesitaba. El premio al trato prolijo y de recorrido certero para un Expreso que comenzaba a transitar por la vía de la ilusión.
Voraz como el Titán en su época de jugador, Godoy Cruz fue por más y en la última bola del primer tiempo, acertó un pleno. Ledesma mandó el centro al área, Sánchez la bajó (de pecho) y Salinas definió con una media vuelta de zurda contra el palo izquierdo de Capogrosso. Golazo y golpe psicológico antes del descanso.
Sabiendo que aún le quedaba un largo camino para llegar al "Olimpo", Godoy Cruz apostó a jugar en territorio bahiense que, por cierto, en el arranque del complemento, metió dos cambios clave:
Gil y Martínez, buscando más volumen de juego y presión que, en definitiva, le iban a dar un resultado positivo. El Tomba perdió el equilibrio en la mitad de la cancha, se desordenó y Olimpo le metió más presión, a tal punto que San Román despejó en la línea lo que era el empate. Haciendo una lectura rápida, Palermo llamó al orden.
Achicó el esquema e intentó cortar a un Olimpo que crecía desde los pies de Gil. El ingreso de Cooper dio una gota de oxígeno al Tomba que se veía asfixiado y claro reflejo de eso fue el cambio de Camacho por Angileri. Fue cuestión de minutos, hasta que llenó sus pulmones de aire y así la boca repleta de vida para gritar el tercer gol, sí, de Salinas. El descuento de Blanco, sobre la hora, le dio suspenso al final. Pero el Tomba aguantó y sigue de copas.
El Tomba cabalga el sueño en Potro
El Expreso, que arrancó perdiendo desde temprano, tuvo en Rodrigo Salinas (autor de un hat-trick) el arma fundamental para dejar en el camino a Olimpo y meterse en Cuartos de la Copa. El sueño de la Libertadores está a tres finales.
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