El portal The Hollywood Reporter publicó un artículo que cuenta un hecho sucedido en 2003 durante el rodaje de una película en Utah, en el que el actor Tom Sizemore, de 56 años, recibió la orden de dejar el rodaje después de que una actriz de 11 años le dijera a su madre que le había tocado los genitales.
Meses más tarde, ella regresó para volver a grabar en Malibú después de que sus padres se negaron a presentar cargos.
Sin embargo, el incidente nunca había sido revelado públicamente.
El magazine se conectó con la ex actriz, ahora de 26 años, quien les pidió no trascender su verdadero nombre, se negó a abordar el asunto excepto para señalar que recientemente contrató a un abogado para explorar acciones legales contra el actor y sus padres.
Del otro lado, el victimario, Sizemore, se negó a abordar la situación. "Nuestra posición es 'sin comentarios'", ha dicho su agente Stephen Rice.
The Hollywood Reporter se tomó el trabajo de hablar con una docena de personas involucradas en la producción de la película, un thriller sobre crimen llamado "Piggy Banks", estrenada en octubre de 2005.
Cada uno por separado, los testigos confirmaron que Sizemore realmente fue enviado a casa por el presunto incidente.
Sizemore, una personalidad que suma una larga hoja de antecedentes penales que incluye acusaciones de uso de drogas y agresión contra mujeres, no ha sido acusado previamente de abuso sexual hasta hoy.
El incidente
El caso supuesto de abuso, o violanción, sucedió durante la grabación de una secuencia que requería media hora de rodaje con la niña en el set.
Ella aparecía sentada en el regazo de Sizemore en un cuadro navideño. En ese momento supuestamente Sizemore frotó su dedo contra la vagina de la niña o la insertó dentro.
La directora de producción, Cassidy Lunnen, recuerda que "la niña era tan pequeña que no le quedó claro a ella ni a sus padres lo que realmente sucedió y si fue intencional o no".
Catrine McGregor, la directora de casting que contrató a la joven actriz, recibió una llamada de la agente de la actriz al día siguiente, explicando que la niña había informado a su madre que había sido tocada inapropiadamente.
"La madre se dio cuenta de que su hija estaba inusualmente callada y le dijo que iba a llevarla a este lugar de natación que era lo favorito de la niña", dice McGregor, una veterana de cuatro décadas en el negocio, que señala que posteriormente archivó una queja con el departamento legal de SAG y abogó por el despido inmediato de Sizemore del proyecto.