Es raro, pero en un mundo como el de hoy, donde la "corrección política" es crucial para mantener altas las ventas de cualquier cosa, un astro de la canción como es Tom Jones, de 77 años, haga declaraciones tan homofóbicas como las que hizo durante la promoción de su último álbum, "Long Lost Suitcase", en el que recrea, entre otras, canciones de los Rolling Stones.
Según contó el galés en una entrevista con la revista británica The Big Issue, apenas se inició en el canto quedó espantado al descubrir cuántos homosexuales manejaban el negocio de la música.
"En cuanto me enteré de que mi primer productor, Joe Meek, era homosexual, estuve a punto de volverme a Cardiff", dijo. Y agregó: "A tal punto me volví paranoico, que cuando Peter Sullivan se convirtió en mi primer manager le dije: '¿Vos no serás marica? Porque si es así date ya por despedido".
"Pero después de que superé el choque me di cuenta de que no todos eran maricas -siguió el cantante- y de que había una gran mayoría de gente normal. Bueno, no quiero decir con esto que los gays no sean normales, pero son lo que son", concluyó Tom quien, irónicamente, hace algunas semanas fue despedido de su lugar de jurado en el programa televisivo "The Voice" y reemplazado nada menos que por Boy George, el ícono de los 80 que es abiertamente gay.
En sus memorias, tituladas "En la cima y de vuelta", el autor de éxitos mundiales como "Sex Bomb" y "She's the Lady", que además ostenta el título nobiliario de Sir otorgado por la Reina Isabel, cuanta que hasta el día de hoy se sigue acostando con más de 250 fans al año.