Tom Hiddleston: “Yo solo en el Amazonas no sobreviviría ni un día”

En “Kong: la isla Calavera”, el actor interpreta a uno de los soldados que llega a explorar la famosa isla, sin saber que están invadiendo el territorio del mítico gorila cinematográfico.

Tom Hiddleston: “Yo solo en el Amazonas no sobreviviría ni un día”

En la piel del soldado James Conrad, el británico Tom Hiddleston se enfrenta ahora al gorila gigante más famoso del cine en "Kong: la isla Calavera", que llega desde hoy a las carteleras de las multisalas locales.

Sin embargo, él mismo reconoce que en su vida privada no es tan “aventurero”.

En esta entrevista, el actor de 36 años que saltó a la fama como el archivillano Loki en la trilogía de Marvel “Thor”, cuenta algunas anécdotas del rodaje, revela cómo elige a sus personajes y dice por qué Shakespeare fue decisivo para su carrera.

-En la película, su personaje del capitán Conrad afirma que "los lugares más bellos del mundo son los más peligrosos". ¿Piensa usted lo mismo?

-Quizá sea así, pero yo creo que no me encargaría de averiguarlo. Tampoco me creo capaz de ir a ningún lugar que se acerque al peligro de la isla Calavera (risas). Pero en Mount Tamborine, en Queensland, cuando estábamos filmando en medio de la selva, un encargado de seguridad nos dijo que debíamos cuidarnos de las serpientes y arañas venenosas que había allí: arañas de Sidney, pseudonajas, que son unas serpientes marrones ultravenenosas, serpientes negras, etc. En la película hay una escena en la que marchamos sobre una zona con hierba alta y yo pensaba que prefería que se me apareciera King Kong y no una de esas serpientes (risas). Las vastas extensiones de la selva amazónica, por ejemplo, siempre me han fascinado. Pero yo solo no sobreviviría allí ni un día (risas).

-Si hubiera una isla como la isla Calavera, ¿le gustaría visitarla?

-Tendría que ser una especie de Parque Jurásico. Pero aun cuando me aseguraran que nadie corre peligro, yo aún estaría pensando que algo puede descontrolarse, como en la película (risas).

-¡Vemos que no se considera una persona muy aventurera!

-Lo más aventurero que he hecho en esta película fue el vuelo en helicóptero con Brie Larson. Ahí sentí un auténtico hormigueo. En Phong Nha, en Vietnam, existen algunas de las mayores cuevas del mundo. Una puede visitarse. Pero sólo se puede llegar a ella en tirolesa. Se aterriza en el agua y uno tiene que nadar hasta la gruta. Dentro, en la profundidad de la montaña, está la caverna. Ésas han sido mis aventuras.

-Bueno, no es poco...

-Sí, es cierto. Pero lo hago cuando me toca hacerlo para un rodaje. Yo no soy de ir a buscar ese tipo de aventuras.

-¿Se entrena físicamente? Para esta película queda claro que debía estar en forma...

-Sí, sabía que se esperaba algo de acción por mi parte y además, necesitaba resistencia para superar este largo rodaje. Todos los días había que derrochar energía para que el personaje fuera creíble y diera la impresión de que se estaba jugando su vida en esta aventura, de que la adrenalina corría por su cuerpo. Por eso, antes de filmar me acostumbré a una disciplina física diaria. Me levanto temprano todas las mañanas y me entreno.

-¿Qué es para usted lo más importante a la hora de elegir un personaje?

-El reto, también físico. O una idea que me fascine, un conflicto con el que pueda identificarme, un sentimiento que tenga ganas de expresar. Mi personaje de Conrad en esta película tiene mucho de eso: para empezar, es un cínico, pero cuando llega a la isla aprende lo que es la humildad, y eso me pareció interesante. Es un soldado que cree que lo ha visto todo, hasta que se da cuenta de lo contrario y vuelve a sentirse insignificante, y eso me gusta.

-Su carrera mantiene un equilibrio entre los blockbusters y el cine de autor. ¿Cree que es importante estar en ambos lados?

-En general no me gusta limitarme a un solo tipo de película. Soy fan de ambos y he crecido con ambos. Hay espacio para la hamburguesa con queso y para el sushi. Es una comparación horrible pero es bueno tener una alimentación variada (...) Y de todas formas, nosotros, como actores, hacemos menos distinciones que el público. La diferencia está sólo en el presupuesto y en el tiempo de rodaje. El trabajo es el mismo.

-¿En cuántas películas más de Marvel le veremos en el futuro?

-Bueno, volveré al personaje de Loki en “Thor: Ragnarok”, que supuestamente va a estrenarse en octubre, y después en “Los vengadores: guerra del infinito” que está prevista para 2018. Ahí prefiero no avanzar mucho más (risas).

-¿Considera que el papel de Loki marcó un punto de inflexión en su carrera?

-Fue definitivamente el papel que me dio a conocer entre el gran público pero, para mí, el punto de inflexión fue algo antes, hace exactamente diez años. En aquel entonces participé en Londres en la representación teatral de “Otello”, con Chiwetel Ejiofor y Ewan McGregor. Y como los dos son fantásticos, todo el mundo vino a ver la obra, así que conocí a mucha gente con la que después terminé trabajando. Uno de ellos fue Kenneth Branagh, que después dirigió “Thor”. Ése fue para mí el gran punto de inflexión. Me fichó para el papel de Loki, y de ahí en adelante.

-Se habla mucho de que usted sería el próximo James Bond. Cuando hizo la miniserie "The Night Manager", ¿pensó en algún momento que gracias al papel de Jonathan Pine podría ser candidato para interpretar al famoso agente secreto 007?

-Cuando rodé “The Night Manager” sólo me preocupaba si a John Le Carré le gustaría. Hugh Laurie y yo somos fans suyos y queríamos que estuviera satisfecho con la adaptación. Ése fue realmente nuestro motor (...) Jamás pensé que se hablaría de mí como el agente 007.

Trayecto con brillo

Al británico Tom Hiddleston, nacido en Londres en 1981, el papel del villano Loki en la saga del superhéroe "Thor" le abrió las puertas de la popularidad y le aseguró su permanencia en el mundo del cine, al punto que en 2011 fue nominado a un Bafta como "mejor estrella emergente".

Pero también trabajó con Spielberg en la película "Caballo de guerra" (2011), con Terence Davis en "Un profundo mar azul" (2011) y con Jim Jarmusch en "Sólo los amantes sobreviven" (2013), además de sus papeles shakespeareanos como el rey Enrique V (2012) y como el hijo del rey Enrique IV que hará Jeremy Irons.

En teatro también fue premiado por su papel en la obra de Shakespeare "Coriolanus" y su papel en la miniserie "The Night Manager" le hizo merecedor de un Globo de Oro.

Una y otra vez

Desde su primera aparición en pantalla grande en la inigualada obra maestra que dirigieron Merian C. Cooper y Ernest B. Schoedsack en 1933, King Kong se convirtió en un personaje mítico que volvió una y otra vez a la pantalla.

Ese mismo año reapareció “El hijo de Kong”, al que siguieron otros títulos intrascendentes, y en 1962 los japoneses lo enfrentaron a Godzilla en la primera producción en color del gran gorila.

En 1976, John Guillermin estrenó una remake con Jessica Lange y Jeff Bridges en la que Kong moría subido a las Torres Gemelas. La película tuvo una secuela diez años después, también dirigida por Guillermin, que pasó inadvertida.

En 2005, el neocelandés Peter Jackson tomó la posta y realizó una versión de tres horas con impactantes efectos visuales, en la que Naomi Watts mostraba más piedad que terror ante el gorila enamorado.

Y por supuesto que “Kong: la isla Calavera” no será la última. Ya se está preparando “Godzilla: King of Monsters”, para estrenar en 2019, y un año más tarde llegaría “King Kong vs. Godzilla”, remake de la japonesa ya citada de 1962.

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