Una ciudad del futuro, moderna, de avanzada, con arquitectura desafiante, tecnología de punta, y por si fuera poco con propuestas de moda tan diversas como opuestas y de carácter. Así puede descifrarse de manera sucinta a Tokio.
Y si de desfiles se trata, el "Tokio Fashion Week" es la perlita que visualiza todo el vertiginoso movimiento de una ciudad que no duerme, y mucho menos si hablamos de tendencia y moda.
De esta manera se vivió nuevamente este encuentro fashionista en donde la vanguardia estridente de algunas propuestas convivió, con la geometría perfecta de las líneas, y el “street style” de propuestas más callejeras en mix de texturas.
Algunos de los nombres que impactaron en forma y contenido.
Tokuko Maeda, casi teatral.
Colores vibrantes, flores, plumas, y líneas que caen casi “oversize” sobre pasarela es lo que presentó la diseñadora para la firma “Tokuko”.
Capas envolventes, vestidos casi sacados de otras décadas con trabajosos pliegues, flores y plumas en rojo carmesí fueron parte de una colección en donde la figura femenina no se entalla, sino que se percibe a través de géneros y cortes amplios.
Desde faldas de línea evasé (en donde las estampas florales bordadas toman gran protagonismo), hasta camisolas y dos piezas en donde el trabajo de volumen toma protagonismo.
Yu Amatsu para la firma "Hanae Mori"
En lugar de diseñar en torno a una inspiración especial, Amatsu combinó diferentes elementos (colores, texturas) en clave de geometría.
Utilizó tonos ahumados en nudes, rosas, verdes, blancos y negros para lucir vestidos, monoprendas, y tops asimétricos cuyo trabajo de moldería en mangas y detalles, se sumaron a una labor en piezas estilo “origami”. Un arte exquisito de origen japonés en donde el plegado es “la vedette”, y a partir del cual se obtienen figuras de formas variadas.
Norio Sato, para la marca "Cote Mer", mix callejero en clave moderna.
Una colección de prendas con parches, estampados, sublimados y texturas totalmente opuestas (pero muy “street style”) fueron de la partida en cada una de las pasadas de este diseñador.
Buzos, camperones, abrigos y camisas muy oversize, se vieron entremezcladas en materiales, colores e impresiones que fueron desde el jean, al cuero y a algodones más satinados. Una puesta con mirada occidental, tan urbana como visceral.
La connotación deportiva se apreció con pantalones muy “sporty”, y zapatillas que se entremezclaron con el estilo urbano.