La fiscal Penal de Menores Alejandra Becerra dispuso clausurar por tiempo indeterminado la
Además, ordenó una investigación a través de Policía Científica sobre el estado del edificio en general y en particular del sector donde ocurrió el derrumbe y caratuló la causa como "lesiones culposas".
En diálogo con Los Andes, destacó que al mediodía de ayer no había recibido ninguna denuncia ni documentación que acreditara que desde la dirección de la escuela se hubiese informado a la DGE sobre el peligro de derrumbe del techo del establecimiento. Esto ante versiones que circulaban sobre la existencia de "varias notas dirigidas a Infraestructura" alertando sobre el riesgo de un derrumbe por el peso del excremento de palomas y murciélagos.
También llegó a San Rafael al mediodía de ayer la directora general de Escuelas María Inés Abrile, quien reconoció la falta de mantenimiento de los edificios escolares y la atribuyó a "la necesidad de destinar recursos a la gran expansión que tuvo la educación en la provincia, lo que obligó al gobierno a alquilar muchas casas y emplear fondos para atender esa necesidad". Dijo también que de inmediato se iniciará un relevamiento en todos los edificios escolares de la Provincia para evaluar el tema de seguridad edilicia.
Chicos internados
Mientras tanto, seis de los chicos internados en observación fueron dados de alta ayer y dos permanecían anoche en el hospital Schestakow fuera de peligro. Hoy regresarían a sus casas.
También está internada la directora Nancy Rubio, quien presenta contusiones en el pecho y en el estómago aunque su estado no reviste gravedad, dijo el doctor Armando Dauverné, director del centro asistencial.
Los Andes pudo dialogar con el padre y la madre de uno de los chicos internados pese al maltrato verbal sufrido por parte del doctor Marianetti, jefe de Pediatría, quien ignoró que el ingreso a la sala había sido autorizado por personal de enfermería y con voz altisonante y destacando su jerarquía en el lugar echó a los periodistas de este matutino provocando una escena violenta frente a familiares y enfermos (niños).
El papá de uno de los chicos internados, de apellido Sosa, dijo a este diario que desde hace tiempo habían advertido a las autoridades sobre la situación de acumulación de excremento de palomas en los techos. "Nadie hizo nada. Fíjese que en ese lugar todo contaminado comen nuestros hijos", dijo el hombre visiblemente contrariado. "Todos sabemos en las condiciones que está esa escuela. Aquí deberían venir los políticos para ver en qué condiciones están nuestros niños", concluyó.
En tanto, su pequeño hijo, con un collarín ortopédico y un brazo vendado, relató estar muy asustado todavía y que él había quedado atrapado debajo del excremento, yeso y madera de la estructura y lo ayudó a salir un compañero del comedor. "Estoy bien", dijo el niño, pero agregó que se sentía "asustado". Después permaneció en silencio sentado en una silla junto a la cama del hospital.
Otros padres que realizaban los trámites del alta de sus hijos señalaron que hace tiempo que algunas maestras les advertían a los niños que no corrieran por las galerías porque "se podía caer la escuela". "Los chicos -agregó indignada una mamá- caminan casi en punta de pie porque les hacen caso a sus maestras. Hay que tener en cuenta que esta es una escuela de campo donde los niños son obedientes".
