El sábado se entregaron los Premios Goya. La realizadora Isabel Coixet triunfó con La librería, elegida mejor película en una gala en la que el filme vasco Handia se llevó diez trofeos (principalmente en categorías técnicas).
La librería es una adaptación de la novela de Penelope Fitzgerald, la historia de una viuda que tenazmente se dedica a un negocio de libros. Ganó a la mejor película, dirección y guion adaptado.Coixet, quien subió a recibirlos, le dedicó el premio “a todas esas mujeres que van al cine, que leen libros y que hacen que todavía estemos aquí”, dijo.
El premio a mejor dirección novel también quedó en manos de una mujer, Carla Simón, por Estiu 1993. El pedido de mayor igualdad dentro de la industria fue el leitmotiv de la noche. Coixet, Simón y Penélope Cruz se mostraron con abanicos rojos que tenían el mensaje #MASMUJERES.
Y un caso especial fue el de Daniela Vega, protagonista transexual de Una mujer fantástica. Ella acompañó a Sebastián Lelio, el director, a recoger el premio a mejor película iberoamericana. “Rebeldía, resistencia y amor”, lanzó. Así, la película se impuso sobre Zama, de Lucrecia Martel, que se quedó nuevamente sin un premio.
El actor Eneko Sagardoy (Handia) inauguró la gala con su premio: siguió en las categorías de mejor vestuario, montaje, sonido, dirección de producción, dirección artística y de fotografía, maquillaje y peluquería, efectos especiales, guion y música originales.
El autor obtuvo dos premios, incluyendo el de mejor actor para Javier Gutiérrez, y Verónica ganó mejor sonido. Nathalie Poza fue mejor actriz por su papel en No sé decir adiós, y también subió con su abanico feminista.
Una gran ovación fue la que recibió Marisa Paredes, emblema del cine español, quien recibió el Goya de Honor a los 71 años.