Todos los detalles de “La corazonada”, la primera película argentina de Netflix

Protagonizada por Luisana Lopilato, Joaquín Furriel y Rafael Ferro, llegará el jueves al gigante del streaming. Una charla con Ferro.

Todos los detalles de “La corazonada”, la primera película argentina de Netflix
Todos los detalles de “La corazonada”, la primera película argentina de Netflix

La primera película original de Netflix producida en la Argentina es un policial. En tono con las tendencias de consumo en la industria audiovisual y el éxito del género tanto en series como largometrajes, la plataforma global optó por una historia de tensión, espionaje y asesinatos.

Se trata de "La corazonada", una cinta que finalmente estrenará por streaming este jueves 28 de mayo, con una interesante dupla en los roles protagónicos: Luisana Lopilato y Joaquín Furriel. 

"La corazonada", basada en "La virgen en tus ojos" de Florencia Etcheves, cuenta la historia de Manuela Pelari, Pipa (Lopilato), una joven policía que está dando sus primeros pasos como investigadora, y que junto con Francisco Juánez (Furriel), un controversial inspector de la división de homicidios, tendrá que resolver el violento asesinato de una chica de 19 años que tiene como principal sospechosa a la mejor amiga de la víctima. En paralelo, Pipa tendrá la difícil tarea de investigar paralelamente y en secreto el crimen de un joven en el que su jefe Juánez parece ser culpable.

Fue dirigida por Alejandro Montiel, un cineasta argentino que vuelve a incursionar en el policial y el suspenso, como lo hizo con "Perdida" (también protagonizada por Lopilato). Además, fue uno de los guionistas de "El hilo rojo".

Como en todo caso policiaco que trasciende la opinión pública, el personaje del fiscal no puede faltar. Él aporta la dosis de permanente indagación y misterio. Y en "La Corazonada", el fiscal Roguer lo encarna Rafael Ferro, quien viene a mostrar la faz polémica y mediática del caso.

"Acá un fiscal por lo general es mal visto, y tenía que ser un poco turbio", nos dijo en una entrevista. "Y en ese sentido los fiscales en las películas americanas son bastante maestros para manejar los hilos que necesitan y poner la cara que necesitan, relacionarse con el correcto para conseguir lo que quieren, que no es el caso de Roger, pero siempre está ligado a intereses políticos y casos de corrupción", sintetiza.

El villano favorito

“Tenía un interés grande que la película fuera de una plataforma, porque la ven en todo el mundo. Y es una producción entera de Netflix, que la pueden ver en cualquier país y es súper interesante, que no ocurre con una ficción de televisión de aire nuestra”, remarcó Ferro.

-¿Creés que el género de la película puede cautivar a un público más diverso?
-Sí. Eso es algo llamativo socialmente, porque en los últimos años está atrapando los géneros más oscuros, las historias con muertes, asesinatos, de locura. La mayoría de las series son bravas y lo menos que hay son comedias. Además el policial, el thriller, siempre te da ese misterio que te mantiene en tensión.

-¿Con este tipo de personajes te identificas más?
-Justamente también se estrenó "Los Internacionales" en Telefe, donde soy "malo". Justamente recordaba una anécdota cuando estaba grabando. Resulta que me llama mi hijo Toto y me pregunta qué hacía y le digo: "Hace media hora que estoy persiguiendo a un colombiano para matarlo". Y me dijo: "¿Otra vez de malo?". Y le contesté: "Los malos pagan los colegios hace diez años". O sea, me encanta la comedia, aunque también hago del malo, pero están buenos los villanos. Y me gusta diversificar, salvo que tengan aristas originales. En el caso de este fiscal, traté de humanizarlo.

-¿Este estreno puede resultar un buen gancho para fomentar la producción nacional de grandes compañías internacionales?
-Sí. No sé por qué no pasa todavía, pero espero que esta película sea una punta de lanza como pasa con "Casi feliz", a la que le va muy bien. Y eso abre la posibilidad de que haya más producciones. En número, estamos muy abajo. Por ejemplo, con la pandemia en España se pararon un montón de rodajes de Netflix y acá los contás con los dedos de una mano. Ojalá que se generen más oportunidades, porque talento y elemento hay para trabajar.

En un momento sucedió que venían de todos lados del mundo a trabajar a la Argentina, porque había un nivel  de técnicos, talento y actores de primer nivel. Optaron por Argentina porque les salía tres veces menos, pero ya empezaron las avivadas de un montón de situaciones y se fueron. Eso hay que evitar que pase.

Un actor reinventado

Rafael Ferro vive en una casa alquilada a cinco cuadras de la quinta Presidencial de Olivos. Lejos de la tranquilidad y la opulencia que se puede pensar que atraviesa, al haber estrenado en un mes tres ficciones que lo tienen como protagonista (“Casi Feliz”, “Los Internacionales” y ahora “La corazonada”), el actor atraviesa un buen momento laboral

Entre la rutina doméstica y el cuidado de sus tres hijos menores (Matilda, Antonio y Miguel), Ferro le encontró la vuelta a las redes y aprovechó la popularidad que le dan los más de 100 mil seguidores en Instagram para desempolvar un viejo proyecto: "Yo Actor", una serie de imágenes y videos breves que comparte en su perfil.
"En las redes era bastante histérico: las cerraba, publicaba algo y las abandonaba.

Ahora no me queda otra que activarlas. Y comencé con esta vieja idea, que tiene que ver con el momento y se resignifica, porque muestra a un actor en cuarentena. Pero no en esta cuarentena, sino cuando no tiene laburo. Qué hacés con los personajes, vas actuando por la casa, buscando proyectos... Y ahí me empujó Josefina Licitra, que es una guionista y escritora, con un amigo, Alejandro Guyot, empezamos a armar esta idea. Y vamos lanzando algunos teaser. De hecho, ya se nos acercaron algunas empresas con interés a ver si pasa a un capítulo. Sería otra instancia”, dice.

Lleno de ingenio, Ferro se ríe y crea con lo que tiene a mano. Desde una máscara de Batman, anhelando ser un superhéroe en el subdesarrollo, hasta reírse de los métodos y rutinas de limpieza para combatir el Covid-19.

“Lo que me interesaba era una expresión artística propia, porque cuando vas de actor contratado estás más al servicio de lo que diga el director. Y acá te podés ir para cualquier lado, incluso salen algunas locuras... pero en una época así de freak no me voy a hacer el normal”, ríe.

-¿Qué extrañas más de tu anterior rutina?
-Soy bastante cavernario, me gusta quedarme en mi casa. Leyendo, por ejemplo. Este momento lo padezco más por mis hijos, porque los adolescentes la están pasando mal. Cuando escucho que la van a extender me preocupa, porque ellos tienen una vida más social.

Un filme para el mundo

“Casi Feliz”, “Apache: la vida de Carlos Tévez”, “No hay tiempo para la vergüenza”, “Puerta 7” y “Fangio: el hombre que domaba las máquinas” son las otras producciones nacionales de la plataforma global, que resulta una vidriera importante frente al mundo, y en un contexto desfavorable para la ficción en nuestro país.

Porque este estreno es una importante acción de Netflix para la industria. Días atrás, la plataforma anunció una ayuda millonaria para el sector en nuestro país, que estará destinada a  técnicos y personal de soporte de la industria audiovisual argentina, perjudicados por el freno de la actividad en el marco de la pandemia.

Serán unos 40 millones de pesos, que beneficiarán por única vez con 35 mil pesos a más de mil trabajadores. Este dinero será canalizado a través de la Academia de las Artes y Ciencias Cinematográficas de la Argentina, que publicó los requisitos para postularse y será el encargado de dar transparencia a la operación. Dicha acción resulta más que alentadora y coincide con la puesta en valor de proyectos argentinos y el trabajo de todo el sector.

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