Vos te acordarás del "vuelo del escándalo" por el que tuvo que pagar con mucha exposición mediática. O, tal vez, sea la foto que se sacó en plena calle de Miami desnuda y solo cubriéndose con la bandera confederada que le costó: ¡más exposición mediática!
Pues bien, para esta rubia todo es buen negocio: el escarnio, el nudismo, las pavadas que balbucea de tanto en tanto, los novios impresentables con los que se codea, los curros de ropa fallidos, las charlas motivadoras en la universidad argentina, su reciente casamiento con Javier Naselli. Y podríamos seguir.
Y todo es buen negocio porque vos, con el click que acabás de hacer para esta lectura, con tu "me gusta" en las redes o tu "siguiendo" en esos mismos territorios le das de comer a Vicky de aquí a la eternidad. ¿Planéas seguir?
Ok. Si es así te contamos la última de nuestra inefable rubia "prodigio". Nos dejó a todos un hermoso saludito para el "Día del trabajador".
Como no podía ser de otro modo, ella apela a la máxima que dice: "una imagen vale más que mil palabras" (que, aunque falsa de toda falsedad, muchos creen cierta) y eso fue lo que hizo: nos regaló una foto.
El problema es que la foto en cuestión es una pequeña aberración de lo que Xipolitakis considera sensual (¿acaso vos también?, qué peligroso se pone esto). Así las cosas Vicky publicó en su Instagram una imagen de ella completamente desnuda y con una "cola de caballo" pegada en el trasero. A ese absurdo total le sumó la frase: "Noche de yeguas... #FelizDíaTrabajadores".
¿Qué nos quiere decir esta mujer con esa frase pegada a esa foto? Es una filosofía tan elevada que no logramos descifrarla. "Lo dejo a tu criterio", diría la inefable Karina Olga.