A 20 años del trágico accidente de Ayrton Senna, su hermana Vivianne sonríe con frecuencia y ganas, hasta que la luminosidad de su rostro se apaga bruscamente cuando se le hace una pregunta directa: ¿Quién fue el culpable de la muerte de Ayrton Senna da Silva?
"Todos, todos son culpables de esa muerte", dijo durante una entrevista realizada semanas atrás en la agencia DPA en San Pablo, la ciudad que vio nacer a uno de los mayores mitos de la historia de la Fórmula 1, un ídolo que en Brasil supera incluso al ex futbolista Pelé.
Senna murió el 1 de mayo de 1994 al estrellarse con su Williams-Renault contra un muro en el circuito Enzo e Dino Ferrari de Imola. Tenía 34 años. Aquel accidente marcó un antes y un después en la historia de la Fórmula 1, que cambió su concepto de seguridad. Desde entonces no hubo más muertes en la máxima categoría del automovilismo mundial.
Viviane, que dirige la Fundación Ayrton Senna, tiene claro hasta el más mínimo detalle de la carrera de su hermano.
-Si le preguntan quién era Ayrton Senna, ¿qué diría?
-Más que ganar tres campeonatos, más que ser campeón y reconocido como piloto especial en todo el mundo, creo que lo que la gente admira en él son los valores, las posturas, las actitudes que tiene y que son la razón de esas victorias. Cosas como tener garra, determinación, no desistir, tener persistencia, dar lo mejor de ti, dar un 300% en todo lo que haces, buscar la perfección, esforzarse mucho.
Ayrton se quedaba en la pista por más tiempo que cualquier otro piloto, caminaba por toda la pista para conocer cada curva, tenía un alto nivel de esfuerzo y de dedicación, no desistía ante ningún desafío o dificultad. La gente admira no sólo al piloto campeón, la gente admira ese conjunto de valores, al hombre que está atrás del piloto.
-Pero Senna era en cierta forma misterioso. El hombre detrás del piloto siempre estuvo algo oculto.
-La película documental que hicimos habla un poco de los entretelones de la Fórmula 1, de Ayrton no sólo en la pista, sino de desafíos que enfrentó que fueron quizás mayores que los de la pista. El desafío político, todos esos entretelones de la Fórmula 1 extremadamente perversos, muy, muy inhumanos, en los que el dinero y el poder mandan más que el deporte. Así sigue siendo hoy, es incluso peor hoy.
Fue un conflicto muy grande para Ayrton, que tiene esas actitudes de corrección, honestidad, de trabajar correctamente en un mundo que no actúa así. La gente que vio la película dijo que no tenía ni idea de que pasaran esas cosas.
-¿Qué piloto de hoy le recuerda a Ayrton Senna?
-(Lewis) Hamilton me hace acordar mucho a Ayrton, porque es un piloto muy rápido, osado y muy determinado también.
-¿Prima hoy más la máquina que el piloto?
-Totalmente de acuerdo. Hoy no importa si el piloto es bueno o no, lo que manda son los aspectos tecnológicos, el poder, el juego político y el dinero. Más que nunca, más que en la época de Ayrton.
-La seguridad, en cambio, mejoró muchísimo.
-Eso fue muy positivo. Ya no hay accidentes, y cuando hay un accidente grave no hay muerte. Es increíble el avance que hubo en ese sentido.
-¿Hubo un culpable concreto de lo sucedido en Imola o fue simple fatalidad?
-Creo que hay un conjunto de factores que llevó a la muerte. Primero, el cambio de reglamento que hubo de un año a otro año. Había coches construidos con un proyecto de suspensión activa, electrónica, etc, y esto fue retirado de un año para el otro. Y el mismo coche que era excelente un año, como el Williams, al año siguiente se convirtió en una carroza. El propio Ayrton decía que el bólido era inmanejable, que era una carroza. Ayrton no lograba conducir el coche, porque sacaron todas las partes electrónicas que formaban parte del proyecto. El desempeño aerodinámico era diferente.
Hubo un cambio sin tiempo para adaptarse apropiadamente. También estaba el problema de esa curva en la que varias veces había habido accidentes serios. El asfalto de la pista estaba más alto que la chicana, y por eso el coche, en lugar de hundirse, no la tocó. Salió volando y chocó frontalmente, que es el peor choque que hay. También estuvo el problema del soldado de la barra de dirección, que fue mal hecho.
-Múltiples errores, entonces...
-Una suma de errores de gestión, de reglamento, de seguridad, de toma de decisiones como Fórmula 1 en sí y como equipos. Totalmente insanas, totalmente erradas. Ya había habido un accidente mortal en ese fin de semana. Los pilotos estaban moviéndose, Ayrton era uno de los pilotos que demandaban más seguridad, y ese tema no era tomado seriamente en cuenta. Fue necesario que se muriera Ayrton, que se muriera (Roland) Ratzenberger para que se tomaran las medidas que deberían haber sido tomadas antes.
-Pero la investigación se cerró sin encontrar culpables.
-Todos son culpables, todos tuvieron su participación. De haber habido condiciones apropiadas, un elemento solo no habría llevado a este desenlace. Si la barra de dirección no tenía aquel problema, los otros factores no hubieran tenido el impacto que tuvieron. Todos, todos son culpables de esa muerte.
-¿Pudo perdonar?
-En realidad, ya no hace ninguna diferencia. Ayrton ya no está aquí.