Barcelona le ganó 4 a 0 al Deportivo de la Coruña con goles de Suárez y Paulinho a pares en la dieciseisava jornada del campeonato local. Antes de arrancar Messi le ofreció al Camp Nou su cuarta bota de oro como máximo goleador europeo del pasado curso. Después le brindó otro recital a pesar de fallar un penal.
Es posible que fuera porque sigue siendo el mejor jugador del mundo. A lo mejor fue porque Ronaldo le igualó a balones de oro hace poco. O por ahí salió con hambre después de que el Real Madrid se proclamara campeón del mundo de clubs. Incluso podría ser que quisiera dedicarle el partido al Papa Francisco en el día de su cumpleaños. Fuera por la razón que fuera, Messi volvió a regalarle magia a la parroquia culé demostrando que ésta es una de sus mejores campañas desde que debutó en primera división.
Buen partido del Barça que pone más tierra de por medio a sus competidores en el campeonato español. Ya está a seis puntos del Atlético del Cholo, a nueve del Valencia y a once del eterno rival. Jornada redonda para los de Valverde que les permite preparar con confianza el partido del próximo sábado contra el Real Madrid en el Santiago Bernabéu.
El Deportivo llegaba como decimoséptimo clasificado cerca de los puestos de descenso. Mal momento para visitar el campo de un líder invicto. Eso se notó desde el inicio por la poca afluencia de público y por el frío que se percibía en el ambiente. Pero rápido se animó la cosa. La primera ocasión la tuvo Lio en el minuto 2 pero la tiró arriba en un fallo poco habitual en él. La segunda la creo él, pero Alba se metió torpemente en fuera de juego que le anularan el primero a Luisito Suárez.
Ahí el Depor entendió que era a la contra o nada. Y así planteó su partido, a la espera de aguantar el máximo tiempo posible con el empate a cero. Las ocasiones posteriores se fueron sucediendo y siempre pasaban por la bota dorada del rosarino. Paquito Alcácer se lesionó solo en el 20’ y Aleix Vidal ocupó su lugar.
El frío del otoño, de la noche y de un Camp Nou mudo bajaba al campo por momentos, pero otra gran jugada del 10 casi abre el marcador. El arquero Rubén sacó esa y dos más en tan solo un minuto. Tanto iba el cántaro que Luisito la rompió a placer y a la red a pase de Lionel tras una asistencia increíble de Iniesta. Lata abierta y los gallegos parecieron aceptar su destino.
En otra galopada de esas que levanta a toda la grada Messi estrelló la pelota en el palo después de una pared con el uruguayo. No podían hacer nada para pararlo. El dos a cero llegó en el 40’ tras una gambeta marca de la casa que Lio acabó estrellando en la base del palo para que Paulinho solo tuviera que empujarla. Muchos empezaron a pensar ya en el Clásico. Antes del descanso Luis Suárez protagonizó gol fantasma de rabona que confirma la buena decisión de la Liga por implementar el VAR el próximo año.
La segunda parte empezó con el tercero de Barcelona tras una jugada de todo el equipo y la demostración definitiva de que Luisito vuelve a ser el killer de las navidades pasadas. Partido resuelto y el Barça tocaba y tocaba. Tanto que se parecía al de épocas más gloriosas no tan lejanas.
Sin nada que perder el Depor también intentó aportar algo al espectáculo y sus delanteros Lucas y Adrián López intentaron trenzar alguna jugada sin mucho éxito. A Iniesta lo guardó Valverde en el 50’ y fue despedido con una ovación. Partidazo del manchego también. No era cuestión de arriesgar nada innecesario antes de enfrentarse a los de Zidane dentro de seis días. Y así pasaban los minutos, con los jugadores del Barça sin forzar y los de la Coruña a salvarse de la goleada y algo de orgullo como fuera.
Como siempre que la afición empieza a estar muy callada Messi se calentó y tiró una falta al palo y un jugadón en menos de veinte segundos. Hat trick de palos para Lio y la goleada no crecía porque algún dios gallego no quería. Suárez se quedó solo y le sacaron la pelota de milagro. Milagro que se confirmó en el minuto 67 cuando Messi falló un penal cometido a Suárez. Buena atajada de Rubén.
El cuarto culé volvió a llegar en jugada colectiva y Paulinho confirmaba que hasta ahora es el mejor fichaje del año. Seguro en la medular, oportunista y contundente, el brasilero ha conseguido hacerse un hueco en el once y en los corazones blaugranas. Messi era coreado por todos mientras seguía intentando redimir un penal al que nadie le importaba que hubiera fallado.
Gran último partido del año en casa para los barcelonistas y buenas sensaciones de cara al inminente Clásico. Y semana a semana se confirma que a Leo ya no le hace falta marcar goles para ser tan decisivo como lo fue siempre. Todo un regalo para los ojos.