El dragón Smaug se ha levantado de su letargo. Está furioso y ha desatado el infierno en el desprevenido Laketown, descuidando a su gran tesoro, un tesoro ahora disponible que más adelante provocará el arribo a las tierras de Erebor de cinco codiciosos ejércitos formados por un número incontable de elfos, hombres, enanos, orcos y jaurías de lobos y huargos que lucharán por reclamar lo que por derecho piensan que es suyo y esa decisión pondrá en juego el destino de la Tierra Media.
Lo de "La Batalla de los Cinco Ejércitos", que J.R. R. Tolkien desarrolla en sólo 13 de las 347 páginas de "El Hobbit", - según la versión 70 aniversario lanzada por la editorial Minotauro - , a Peter Jackson le demanda 45 espectaculares minutos cinematográficos, de un total de 144.
Pero ya desde la trilogía de "El señor de los anillos" estrenada hace una década atrás los fanáticos de la literatura tolkiana estaban al tanto de que Jackson se tomaba atribuciones narrativas que no estaban desarrolladas por el escritor británico y por eso debemos entender que aquí, como ejemplo, el director sentía que se debía desarrollar una línea argumental romántica entre una elfa y un enano e incorporar a Tauriel (Evangeline Lilly), un total invento femenino que no existe en la novela original.
Pero Jackson en esta nueva trilogía hace un trabajo más ordenado en su capítulo final, algo que muchos de sus espectadores le reclamaron en "El Retorno del Rey".
Aquí, como presuponíamos, se sigue cierta lógica de un videojuego subdividido en tres niveles: "El Hobbit" es un todo de tres partes, en el que la historia comienza lenta pero firme, luego se sube la adrenalina y se clausura bien arriba, con mucha acción.
Sin embargo, en las primeras reseñas, los críticos han remarcado el esfuerzo exagerado de Jackson por encastrar con más coherencia las compatibilidades entre las dos trilogías, para darle un cierre armónico a estas dos grandes sagas, un esfuerzo que no parece haber logrado del todo.
De todas maneras, la mayoría está de acuerdo que la historia "La Batalla de los Cinco Ejércitos" no tiene baches porque principalmente Jackson desecha rápido las subtramas que no parecen esenciales y se concentra por desarrollar un gran espectáculo cinematográfico.
En definitiva: este episodio final es el más apasionante y el más disfrutable de la trilogía, aunque también el más oscuro, tanto en lo visual como en el tema del mal, un mal que agita los corazones de los hombres, los enanos y los orcos por igual.
Tolkianos vs Jacksonianos
Para los puristas de Tolkien no era necesario que Jackson inventase casi groseramente un romance entre un enano y una elfa o que un personaje apenas mencionado en "El Simarillion" se convierta aquí en uno de los supervillanos de la batalla o que aparezcan gusanos gigantes que no se sabe de qué imaginación salieron.
Otro invento jacksoniano ha sido el rescate de Gandalf preso en la fortaleza Dol Guldur, ideado por miembros del Concilio Blanco, inexistente en las páginas del novelista.
Quizá el personaje que más irritación causa en los fanáticos tolkianos en "El Hobbit" es Legolas (Orlando Bloom). Nadie sabe por qué él está en esta historia, paseándose entre otros de su especie, sin ton ni son.
En su defensa, podríamos decir que el director neocelandés no hubiera podido rellenar tantas horas de metraje para una trilogía de más de 400 minutos, con el contenido de una novela corta.
Eso sí, Jackson mantiene y profundiza la atmósfera sombría de la batalla descrita por Tolkien en papel y respeta con fidelidad la descripción de esa "enfermedad del dragón" que había intoxicado a Smaug y que ahora experimenta Thorin (Richard Armitage), el exiliado Rey de los Enanos, cuya locura es representada visualmente en una de las escenas más lisérgicas de la saga.
La avaricia brota en todo su poder y en ese punto, Jackson se encuentra muy cerca de las páginas de Tolkien.
Datos interiores
En realidad, observando las pocas páginas de la novela original, Peter Jackson había previsto originalmente "El Hobbit" como una película en dos partes, pero finalmente los estudios lo convencieron de estirarla a una trilogía.
Entre la publicación de "El Hobbit" , en 1937 pasaron casi veinte años para la llegada de la saga de "El señor de los anillos", aparecida en 1954.
"Para Tolkien, el libro tal como se publicó no contaba toda la historia", dice la productora, que asegura que se inspiró en las notas dejadas por el autor para sus aportaciones.
Además de dar voz al dragón Smaug, al mimado actor Benedict Cumberbatch le enchufaron unos sensores para dotar al animal mitológico de gestos más realistas.
En los títulos finales, comienza a oírse una canción especial. Se trata del tema "The Last Goodbye", interpretada por Billy Boyd, actor que interpretara a Pippin en la trilogía de "El señor de los anillos".
El tema, de apenas cuatro minutos de duración, ha sido compuesto por el propio Boyd, Philippa Boyens, productora y esposa de Jackson y Fran Walsh.
Finalmente, la productora del filme ya anunció que habrán versiones extendidas de más de 30 minutos para cada una de las películas, cuando se edite en DVD y Bluray un pack de lujo, aun sin fecha de lanzamiento.
Reposición de las dos primeras
"La batalla de los cinco ejércitos" se estrenará el jueves 1 de enero. No obstante, antes, mañana lunes 29 y el martes 30 de diciembre, los fanáticos tendrán la oportunidad de volver a ver las dos primeras películas, aunque en una sola función nocturna.
Por un lado, "Un viaje inesperado", en versión 3D subtitulada, se verá en las sucursales Village del Mendoza Plaza Shopping y en el de Arena Maipú, a las 22.30 y "La desolación de Smaug", se verá en el mismo complejo en formato 3D HFR subtitulada, el martes 30, a las 22.30, en ambos cines.
Mientras que el Cinemark, repondrá en formato 3D subtitulada, el lunes 29, "Un viaje inesperado", a las 22 y "La desolación de Smaug", el martes 30, a las 22.
Por el feriado del 1 de enero, en Cinemark, "La batalla de los cinco ejércitos" se verá a partir de ese día sólo en formato 3D XD HFR, a las 19 y 22.20 y los días sucesivos se sumarán cinco funciones diarias.
En los dos Village, en cambio, se podrá ver también a partir del 1 de enero, a las 19.15 y 22.30, en dos formatos: 3D HFR doblada al castellano y 3D doblada en castellano.