Las reuniones que se llevaron a cabo durante todo el día con protagonistas variopintos agudizaron hoy la crisis que vive el fútbol argentino en vez de suavizarla ya que en la puja de intereses económicos y políticos prevaleció esta última, y la exigencia del gobierno nacional para que los clubes cobren la rescisión de Fútbol para Todos solamente si aprueban la creación de la Súperliga y el nuevo estatuto fue rechazada de plano por el ascenso, porque con ello perdería la mayoría que posee en la Asamblea institucional.
La jornada de encuentros comenzó muy temprano, a las 8.30, en el hotel Savoy, propiedad del presidente de Racing Club, Víctor Blanco, que ofició de anfitrión en una reunión programada literalmente entre gallos y la medianoche, y que tuvo como participantes a los integrantes de uno de los dos grupos en pugna por quedarse con el poder.
En la Avenida Callao fueron recibidos por Blanco los presidentes de Boca, Daniel Angelici; de Independiente, Hugo Moyano; de Huracán, Alejandro Nadur; de Barracas Central, Claudio Tapia; de Defensores de Belgrano, Marcelo Achile y del Consejo Federal, Pablo Toviggino, que a su vez estuvo en su condición de tesorero del Comité de regularización junto al vice de ese organismo, Javier Medín.
El encuentro duró “un tiempo”, solamente 45 minutos, ya que a las 9.30 debían sumarse a otra reunión en la Casa de Gobierno donde los esperaba el otro grupo antagónico encabezado por Marcelo Tinelli, bien escoltado por el titular riverplatense Rodolfo D'Onofrio y su par de Lanús, Nicolás Russo.
Los “moderadores” del encuentro, que como se preveía fue muy áspero, fueron el secretario general de la presidencia de la Nación, Fernando De Andreis; el ya ex titular de Fútbol para Todos, Fernando Marín, y Armando Pérez.
Durante el encuentro hubo varias cruces, un par de alto voltaje, como el que inicialmente protagonizaron Russo y Tapia, cuando el titular de Lanús le dijo a “Chiqui”: “vos no podés ser presidente de AFA”.
Entonces Angelici le salió al cruce y disparó: “él va a ser presidente de AFA y yo lo apoyo”. En ese momento Tinelli se dispuso a intervenir, pero Nadur se anticipó y le dijo con vehemencia: “pero no te das cuenta, Marcelo, que Tapia tiene la mayoría de los votos”.
Esta manifestación del titular huracanense fue la que desencadenó otra controversia, porque acto seguido, fue De Andreis quien les comunicó a los presentes que el gobierno nacional “no pondrá un peso para rescindir el contrato de Fútbol para Todos si antes los clubes no crean la Súperliga (en rigor de verdad se llamaría Liga Argentina) y aprueban el nuevo estatuto”.
Si esto ocurre, entonces el gobierno le bajará a la AFA los 350.000.000 de pesos de rescisión más los 180.000.000 del “main sponsor” (la empresa Axion Energy), con lo que se arribaría a los 530.000.000 pretendidos por los clubes.
Claro que el nuevo estatuto invertiría la carga para los representantes del ascenso que encabeza Tapia, porque con el actual tienen mayoría en la Asamblea y con el que vendrá, según el borrador que FIFA le hizo llegar a AFA el pasado lunes, quedarían en minoría, porque el número de integrantes se bajaría de 72 a 46 y la distribución ocuparía a 22 clubes de primera, 18 del ascenso y el interior, más seis de los denominados “grupos de interés” (un ex árbitro, un ex entrenador, un ex futbolista, un miembro del futsal, otro del fútbol femenino y el restante del fútbol playa).
Por eso Tapia, siempre respaldado por Angelici, dijo que lo que habría que hacer en la anunciada Asamblea Extraordinaria del 15 de febrero sería “resolver todo de una vez: crear la Súperliga, aprobar el nuevo estatuto, acordar la negociación con la TV privada, la rescisión de Fútbol para Todos y, también, elegir al nuevo presidente de AFA”.
Tinelli y D'Onofrio se opusieron a esto, lo que devino en una fuerte discusión entre el vicepresidente de San Lorenzo y Angelici, cuando éste agregó: “muy bien, entonces Tapia puede ser el presidente de AFA y yo de la Súperliga”.
En medio de ese clima todos los participantes de la reunión en gobierno (menos De Andreis y Marín) se trasladaron hasta el restaurante Gardiner, en Puerto Madero, donde se encontraron con representantes de la sociedad Turner-Fox para seguir negociando la televisación del fútbol. De todos los que estuvieron en ambos encuentros solamente faltó Moyano.
“La reunión con la televisión fue positiva”, anunció Armando Pérez. Turner-Fox está dispuesta a adelantar mil millones de pesos de adelanto para solventar el fútbol hasta mitad de año, con televisación de los canales 13, 11, 9 y América (no se emitirían todos los encuentros de primera, sino solamente algunos), para que la actividad empiece. Claro que para ello quieren tener todos los contratos a futuro garantizados por un plazo a determinar.
Una vez notificados por Tapia, a primera hora de la noche, sobre todo lo acontecido en la jornada, los dirigentes de la B Metropolitana le adelantaron a “Chiqui” que no van a aprobar el nuevo estatuto ni tampoco la Súper Liga, porque en un apartado de su reglamento contempla la creación de las sociedades anónimas.
El próximo martes en AFA habrá una reunión tutelada por Tapia con los clubes del ascenso y el interior, a las 18.30, mientras que la Comisión de Clubes de primera mantendrá un nuevo encuentro con Turner-Fox al mediodía.
El desendeudamiento de los clubes, la creación de la Súperliga y la aprobación del nuevo estatuto es lo que pone como condición el gobierno. Los dirigentes van detrás del poder porque saben que el dinero vendrá por decantación.
De lo que nadie habló fue de la pelota, lo que más le interesa al hincha, porque después de lo descripto, las fechas de comienzo de los campeonatos de AFA hoy están más lejos que nunca.