Ahí anda Godoy Cruz, deambulando por la cancha, entregado, de rodillas y sin rumbo. Duele verlo así al Tomba. Es que el equipo más importante de la provincia nos había acostumbrado a otra cosa.
¿Dónde quedó aquel equipo protagonista e inexpugnable que se hacía fuerte en el Malvinas e inquietaba a cualquier adversario a domicilio? El cambio de coyuntura (entrenador) le hizo más daño de lo pensado. Y más allá del cimbronazo que significó la sorpresiva salida de Diego Dabove, ni el más pesimista de los hinchas hubiese imaginado un presente tan pobre.
Al incipiente ciclo de Marcelo "Negro" Gómez no sólo no le cierran los números sino que lo más preocupante es la fisonomía que exhibe en el campo de juego. Al equipo le cuesta una enormidad generar situaciones de gol y, para colmo, es demasiado inocente para defender. La puntualización de los goles de Racing en la noche del lunes en Avellaneda así lo indican.
El gol de "Licha" López es una muestra gratis de los errores conceptuales que sigue padeciendo. De un lateral en contra, Darío Cvitanich giró con facilidad y asistió (con un pase por entre las piernas de Viera) al goleador del torneo, quien estaba habilitado por un Aleo que no salió a tiempo. En el segundo, el 2-0 de Matías Zaracho, el equipo quedó totalmente descompensado en el retroceso.
Y es Facundo Barboza el que persigue de muy atrás al volante de la Academia, quien recibió un centro de Pol Fernández. Ni hablar de la puntualización del tercer gol, otro mamarracho táctico: dos hombres fueron a presionar al chileno Díaz, quien tocó para Neri Cardozo y este soltó a Zaracho con un pase al espacio vacío, este abrió para Cvitanich, Ramírez tapó el remate y el propio Zaracho quedó con el arco a su merced para facturar. Lo curioso de todo esto, además del enorme hueco que dejó Godoy Cruz a sus espaldas, es que en la mayoría de los ataques ni siquiera quedó mano a mano (siempre en inferioridad) con los atacantes locales.
Errores inadmisibles que un equipo profesional no puede cometer y que al Tomba le costaron el partido, su cuarta derrota en la incipiente era Marcelo Gómez. La figurita se repitió en cada una de sus presentaciones: sus adversarios le agarraron la mano rápidamente y, en un abrir y cerrar de ojos, el Tomba comenzó a desnudar sus déficits más notorios: desorden táctico, imprecisiones y desatenciones defensivas.
Más allá de la elogiada metodología de trabajo por parte de los jugadores y la dirigencia, la realidad de los números (y también del juego) marcan que la campaña del Expreso es decididamente mala. El equipo no sólo sacó 3 unidades de 15 en juego, sino que además convirtió apenas 3 tantos y recibió 13. Del fútbol que pretende el entrenador sólo mostró muy pocos pasajes y recibió goles por distracciones, desatenciones y donde también pecó de inocente.
Para colmo de males, antes del debut con Olimpia de Paraguay por la fase de grupos de la Copa Libertadores, se vienen el aceitado Vélez de Heinze y el clásico de San Martín en San Juan. Y allí no habrá grises. O se endereza el rumbo o se termina de hundir en el mar de sus limitaciones.
Lo bueno: con 65 atajadas en 19 partidos, Roberto Ramírez es el arquero con más balones parados en lo que va de la Superliga. Más allá de algunos errores, ante River y Racing evitó goleadas aún mayores.
Lo malo: cinco partidos jugados en 2019 con un saldo de 4 derrotas y sólo una victoria, con 13 goles en contra y sólo 3 a favor. De esos, dos fueron de penal y en el mismo partido: ante San Martín de Tucumán.
La duda: ¿podrá sostenerse Marcelo Gómez ante otro tropiezo? El DT comenzó muy mal su ciclo y vienen 3 duelos clave: el sábado vs Vélez, el 2 de marzo ante San Martín SJ y el 5 contra Olimpia por la Copa.
El ciclo Gómez
5 Partidos jugados
1 partido ganado
4 partidos perdidos
3 goles a favor
13 goles en contra
20% efectividad