El peronismo dialoguista, que venía apoyando las iniciativas del Gobierno nacional en el Congreso, le dio la espalda ayer al macrismo y dio por terminada la “luna de miel”. En las dos Cámaras legislativas toda la oposición se unió para emitir dictámenes sobre proyectos de ley que declaran la “emergencia ocupacional”.
Con estas iniciativas se busca poner fin a los despidos tanto en el sector público como en el privado y para ello reinstaura como herramienta disuasoria la doble indemnización, que no rige en Argentina desde hace 9 años.
Pero hubo diferencias entre los dictámenes. Fueron los diputados del massismo, del PJ escindido del kirchnerismo, del Frente para la Victoria (FpV) y del socialismo los que se atrevieron a más ya que firmaron un despacho en la comisión de Legislación del Trabajo que prohíbe las suspensiones y despidos desde el 31 de marzo (retroactivamente) al 31 de diciembre de 2017. Es decir por un año y nueve meses.
En cambio, los senadores del PJ (kirchneristas y no kirchneristas) fueron menos ambiciosos y fijaron sólo 180 días para la emergencia ocupacional.
El dictamen que salió ayer de la comisión de Trabajo de la Cámara Alta da la posibilidad al trabajador, que sea despedido sin justa causa, a cobrar la doble indemnización o a accionar judicialmente, para lo cual se prevé un “proceso sumarísimo”. “En dos meses tendrá un fallo que deberá reinstalarlo en su puesto de trabajo”, explicó el senador Juan Pais.
La sanción de leyes que frenen la ola de despidos fue el pedido que hicieron todas las centrales obreras, tanto a los diputados como a los senadores, cuando asistieron al Congreso en marzo. Es, además, la principal consigna por la que se movilizarán el próximo 29 las tres CGT.
Por eso ayer al oficialismo le costó frenar el impulso del peronismo que, por primera vez, no tuvo diferencias entre kirchneristas y no K a la hora de firmar los dictámenes.
El macrismo, en voces del diputado Daniel Lipovestky y del senador Federico Pinedo, pidió que la doble indemnización sólo pueda aplicarse si la tasa de desocupación vuelve a ser de dos dígitos (está casi en 6%), tomando el argumento que usó el kirchnerismo en 2007 para eliminar la medida.
Pero todo el PJ unido, más la centroizquierda y el trotskismo, coincidieron con el grado de alarma planteado recientemente por las centrales obreras. “Esto es una emergencia. Si no actuamos rápidamente nos tapa la ola”, dijo el senador neuquino Guillermo Pereyra, quien es líder del sindicato petrolero.