Cornejo defiende su gestión en todos los ámbitos y provincializar la campaña seguramente será parte de su estrategia para el año próximo. Su gestión aquí no tiene mayores sobresaltos y está bien valorada. Por lo menos, no tiene los vaivenes que le generaron al gobierno de Macri los sobresaltos de la economía. De todos modos, la señal de apoyo y unidad a la coalición Cambiemos quedó muy clara con su presencia en la reunión realizada en el CCK, donde el Presidente prácticamente confirmó que su campaña está´en marcha. La participación del titular de la UCR ante más de mil dirigentes del oficialismo de todo el país es un gesto muy fuerte. A la vez, es un compromiso fuerte al que lo ató el Presidente de cara al año en el que el macrismo debe consolidar el rumbo para ratificar su predominio en las urnas. Diferencias hubo y podrán aparecer aún, pero nadie se atreve en el radicalismo a vaticinar rupturas. El nuevo testeo será después del verano.
No hay urgencias cercanas en el horizonte electoral mendocino. Al menos eso se desprende de lo tratado en una semana que tuvo encuentros a nivel nacional para analizar el panorama electoral en la estratégica provincia de Córdoba, entre otros aspectos. Es un distrito que le dejó mucho rédito a Macri en 2015 y en el que busca mantener su presencia el oficialismo, más allá de la tentación de intentar arrebatarle el poder provincial al peronismo de Schiaretti, con el que la relación es buena en general porque no pertenece a los sectores arrimados al kirchnerismo.
En lo que respecta a las provincias gobernadas por Cambiemos, también se mantiene el criterio de que el partido que conduce es el que comanda la estrategia y prioriza candidaturas. Así, en la provincia de Buenos Aires marca el proceso electoral Vidal y en la Ciudad Autónoma, Rodríguez Larreta. En cuanto a Mendoza, Corrientes y Jujuy, cada gobernador radical es el que marca el derrotero.
Sin embargo, Mendoza sigue haciendo algún ruido por la fuerza con que Omar De Marchi plantea su precandidatura a gobernador desde el Pro y dentro del espacio aquí liderado por Cornejo. El intendente de Luján, conforme la estrategia planteada desde hace ya varios meses, no cede en nada en sus aspiraciones y cuenta con un aval muy claro de la Casa Rosada. En ámbitos cercanos a la Presidencia ratifican que De Marchi tiene “todo el apoyo”, pero también reiteran que “hay que buscarle la vuelta al esquema provincial en conjunto con Alfredo”, en alusión al Gobernador. Es una idea que, reconocen, resulta compleja, pero idea al fin...
El Gobernador es por ahora un fuerte defensor del predominio radical en la política provincial y difícilmente esté dispuesto a ceder algún cargo en el marco de una negociación que refuerce la unidad de Cambiemos. Por otra parte, la ratificación del acuerdo de unidad en la provincia con Libres del Sur y la presencia en la asunción de nuevas autoridades de la Coalición Cívica provincial expresan la voluntad de Cornejo de asegurar continuidad de la mayor cantidad de aliados que lo llevaron al poder hace tres años. Con más razón si, como algunos suponen, los demócratas deciden replantear su continuidad, algo difícil de imaginar mientras también se mantengan junto a Macri.
Pareciera que de cara a las PASO locales van quedando en pie, en el oficialismo, el cornejismo y el sector liderado por De Marchi. Hay quienes siguen dudando de que Cobos se sume finalmente y han aparecido versiones que indican que otro intendente radical del Gran Mendoza podría llegar a agregarse a la oferta de postulantes que tiene en carpeta Cornejo, entre jefes departamentales y colaboradores.
En cuanto al peronismo, el desdoblamiento de las PASO dispuesto por 4 de los 5 intendentes generó revuelo y desconcierto entre dirigentes con aspiraciones, como “Rolo” Gabrielli. El único que no tomó dicha decisión, el maipucino Alejandro Bermejo, sorprendió al fotografiarse en el despacho de Cornejo en diálogo con el Gobernador sobre la necesidad de lograr consensos mas allá de las diferencias políticas.
Los Bermejo (Alejandro y Aldolfo) habían anticipado que no buscarían una nueva elección en su departamento varios días antes de que el Gobernador firmara el decreto que viabilizó la enmienda constitucional que limita la reelección de los intendentes. Esa actitud le otorgó al actual jefe maipucino, Alejandro Bermejo, libertad de acción con respecto a sus pares y posibilidades de una proyección política especial si se tiene en cuenta que el justicialismo provincial debe resolver cómo encarar el año electoral para competir con chances ante el cornejismo.
El trato del kirchnerismo con el menor de los Bermejo y con Gabrielli es bastante más cercano que lo que muchos suponen. Hay quienes consideran que entre Anabel Fernández Sagasti, hace tiempo ya precandidata a gobernadora, el jefe departamental de Maipú en retirada y el ex gobernador podría gestarse un acercamiento interesante pensando en listas y fórmulas. Obviamente, los K no comparten para nada la estrategia de desdoblar las primarias que plantearon 4 intendentes y menos sin fijar fecha para la elección general. Esa jugada también desacomodó a Gabrielli, que luego de la visita de Pichetto a la provincia había dispuesto apoyar sus propósitos electorales en los imprevisibles “caciques”. Un capítulo. Seguro que habrá más.
